El Vapeo, el Virus SARS-CoV-2 y el COVID-19

La Alianza de Reducción de Daños Iberoamericana apoyó las medidas preventivas sugeridas por la Organización Mundial de la Salud en el esfuerzo global para atender los efectos de la pandemia global del Coronavirus (virus SARS-CoV-2) y su enfermedad derivada (COVID-19), como así también a los ministerios de la salud de los países iberoamericanos en atender a esta crisis sanitaria. Emitiendo un comunicado en donde se proporciona información precisa, relevante y verídica sobre la relación entre el uso de estos productos y la propagación y/o efectos de comorbilidad y mortalidad del COVID-19 con el objetivo de contrarrestar desinformación que se ha diseminado en varios medios.

La desinformación.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio afirmó [1] que “fumadores y vapeadores” son más vulnerables a padecer efectos graves por infección del SARS-CoV-2. A su vez, el profesor Stanton Glantz, de la Universidad de California en San Francisco (un conocido académico que es a su vez activista anti-vapeo) afirmó que [2]: “…los efectos del cigarrillo electrónico impiden a los pulmones rechazar las infecciones.” 

Para la alianza de reducción de daños Iberoamericana ambas declaraciones son fruto de ignorancia y prejuicio dado que no hay evidencia alguna en estudios clínicos en humanos de que el uso del cigarro electrónico “impida a los pulmones rechazar infecciones”. De hecho, es al revés: el uso del cigarro electrónico reduce la presencia de patógenos en el organismo [3] y [4].

Sin embargo y a pesar de sus credenciales académicas, las afirmaciones del profesor Glantz a la ARDT no le resultan sorprendentes: “es harto sabido que sus evaluaciones y artículos sobre el cigarro electrónico contienen severos errores, medias verdades y falsedades que han sido refutadas con creces (recientemente la revista de la Asociación Americana del Corazón retiró un artículo suyo en el que afirmaba que el vapeo aumenta el riesgo de infartos, siendo que estos infartos sucedían hasta 10 años antes de que los pacientes empezaran a vapear).” [5]

El COVID-19 y los fumadores.

Tal como detalla el comunicado de la ARDT la mejor referencia sobre la relación entre fumar, vapear y el COVID-19 aparece en el artículo publicado en el blog del Dr Konstantinos Farsalinos [6]. Como explica el Dr. Farsalinos, la relación entre fumar cigarros y la severidad de los efectos del COVID-19 entre los pacientes infectados en China es incierta (tomando en cuenta que el 48% de los hombres en China fuma contra solo el 3% de las mujeres). Según los datos recabados en un estudio basado en 1099 pacientes chinos infectados por SARS-CoV-2 [7] solo el 12.6% fueron fumadores (1.9% ex-fumadores), la cual es una proporción más baja que la encontrada en la población tomando en cuenta que la muestra contenía un 58.1% hombres y casi 100% mayores de 15 años de edad (para que fuera representativa de la población adulta se esperaría al menos un 29% de fumadores en los infectados). De los 1099 casos:

  • 926 se reportan sin afectaciones severas (11.8% fumadores)
  • 173 se reportan con afectaciones severas (16.9% fumadores)
  • 67 se reportan en situación crítica con cuidado intensivo, ventilación mecánica o muerte (25.8% fumadores)

Estas cifras indican una mayor proporción de fumadores entre los enfermos graves, pero aún más baja de
lo esperado dada la alta prevalencia de fumadores en los hombres en China. Evidentemente, fumar
contribuye a las condiciones de vulnerabilidad identificadas, como padecimientos cardiovasculares, diabetes o enfermedades respiratorias crónicas, sin embargo, no parece haber evidencia de que sea en sí mismo el factor dominante.

Efectos del vapeo en usuarios y el COVID-19.

Según el doctor Farsalinos no existe evidencia alguna de que vapear aumente la probabilidad de infección por SARS-CoV-2 ni por ningún otro patógeno.

Por otro lado, como se menciona en el comunicado de la ARDT, a pesar de que el propilenglicol (PG) presenta propiedades antivirales y bactericidas, (siendo por esto utilizado en forma de aerosol como agente desinfectante del ambiente) nada de esto tiene que ver con posibles efectos del PG sobre los virus inhalados por usuarios del cigarro electrónico ya en el sistema respiratorio. El efecto desinfectante y de limpieza de la atmósfera ocurre teóricamente en el ambiente al generar el aerosol; no en el sistema respiratorio.

Respecto a la presencia del SARS-CoV-2 en el e-líquido y su capacidad infectiva, sería prácticamente imposible que el usuario se pudiera contagiar al vapear. El e-líquido se aerosoliza a temperaturas de 180- 220 grados centígrados. A esas temperaturas ningún virus sobrevive (dejan de funcionar al fragmentarse las macromoléculas que los componen).

Respecto a la progresión de la infección, para entender el efecto del COVID-19 en vapeadores, es necesario tomar en cuenta que al notar vapeadores en casos de complicaciones del virus, existe un sesgo bastante considerable dado que la mayoría son ex-fumadores y fumadores, con largas historias previas de tabaquismo. Por lo tanto, según Farsalinos, la posible predisposición a una etiología complicada de la enfermedad COVID-19 en estos casos, no es atribuible al vapeo. 

El vapor ambiental como posible transmisor aéreo del SARS-Co-V2.

La Dra. Rosanna O’Connor, directora del Departamento de Tabaco Alcohol y Drogas de la Agencia de Salud de Inglaterra, ha señalado que a la fecha NO HAY EVIDENCIA DE QUE HAYA HABIDO CONTAGIO DEL SARS-CoV-2 MEDIANTE EL VAPOR EXHALADO POR USUARIOS DEL CIGARRO ELECTRÓNICO [8]. Sin embargo, esto no descarta al 100% que pudiera haberlo ya que al exhalar el vapor llevamos al ambiente material del sistema respiratorio al igual que al respirar, exhalar aliento, toser o estornudar, por lo tanto, y a falta de un abordaje experimental que lo investigue, es físicamente plausible que el vapor ambiental exhalado y el humo del tabaco ambiental pudieran transmitir el virus.

Contagio del COVID-19 en superficies.

Según el ya mencionado comunicado, se sabe que uno de los mecanismos de contagio de los virus es a través de tocar superficies donde estos yacen y luego tocarse la boca, nariz u ojos debido a que los virus pueden sobrevivir en superficies, y típicamente lo hacen en delgadas películas líquidas que se forman al impactarse las gotitas de saliva. Su supervivencia depende del virus, pero se ha reportado que el SARS-Co-V2 permanece estable y funcional por varias horas y (dependiendo del material) hasta 3 días. 

Con respecto a este reporte la alianza opina: 

“…estos reportes se basan en experimentos muy idealizados [9]: inoculan al virus en una solución líquida huésped en la superficie y luego hacen raspados para verificar si sobrevive. Dadas las grandes disimilitudes de esta solución líquida con las gotitas de salivas (las cuales se encuentran sujetas al deterioro por exposición al medio ambiente) no se sabe cuánto sobrevive en superficies del mundo real.”

Por último, la ARDT establece las siguientes recomendaciones: 

“Un estornudo o tos fuerte son mucho más eficientes que el vapor ambiental en esparcir al SARS-CoV-2. Las precauciones que debe tomar un vapeador para eliminar o minimizar el contagio son las mismas que debe tomar quien no vapea; son las mismas precauciones de “distancia social” que debe tomar todo el mundo: evitar acercarse mucho a otras personas, cubrir estornudos o tos (no estornudarle o toserle a alguien). Sin embargo, lo mejor es evitar completamente el vapeo en espacios interiores públicos o incluso en exteriores si hay muchas personas cerca. Esto también ayuda a evitar atención excesiva mientras dura la pandemia, ya que es necesario tomar en cuenta que mucha gente ve al vapeo con recelo por la desinformación ubicua. Ante todo, hay que utilizar el sentido común y la precaución; en caso de vapear, guardar una distancia de al menos 2 metros de toda persona, especialmente evitar las grandes nubes a toda costa: vapear discretamente (o mejor, recurrir al vapeo “ninja”). El hacerlo lejos de la gente y con equipos de baja potencia es casi equivalente a la exhalación de aliento en la respiración normal de cualquier persona. La transmisión de virus (en caso de estar infectados) será comparable a quien respira sin vapear. Finalmente, no podemos dejar de incidir en mantener medidas de higiene extrema con los dispositivos y desinfectarlos de manera habitual, puesto que los mantenemos en la mano durante largo tiempo y nos los llevamos a la boca decenas o incluso cientos de veces al día.”

* Roberto Sussman. Catedrático e Investigador Titular del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM.

** Carmen Escrig. Doctora en Biología. Especialidad Virología. Coordinadora de la Plataforma médica española por la Reducción de Daños por Tabaquismo.

Este artículo está una versión abreviada. Para leer el original, por favor visite la web de ANESVAP

Referencias

[1] https://www.reuters.com/article/us-health-coronavirus-usa-vaping/smoking-or-vaping-increases-

risks-for-those-with-coronavirus-nyc-mayor-idUSKBN20V0Z0 

[2] https://www.noticiasporelmundo.com/pandemia-revelan-que-el-humo-del-cigarrillo-puedetransportar-coronavirus-argentina-noticias-ultima-hora 

Ver también: https://www.infobae.com/america/mexico/2020/03/12/coronavirus-en-mexico-fumadores-yvapeadores-estan-dentro-del-grupo-vulnerable-advierte-salud/ 

https://www.lavanguardia.com/vida/20200319/474256797592/humo-tabaco-transportarcoronavirus.html 

https://www.cope.es/actualidad/sociedad/noticias/los-expertos-aseguran-que-tabaco-debilita-aparatorespiratorio-facilita-infeccion-por-coronavirus-20200317649167 

[3] Polosa R, O’Leary R, Tashkin D, Emma R & Caruso M (2019) The effect of e-cigarette aerosol emissions on respiratory health: a narrative review, Expert Review of Respiratory Medicine. https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/17476348.2019.1649146 

[4] Peter Hajek, Ph.D., Anna Phillips-Waller, B.Sc., Dunja Przulj, et al. A randomized trial of e-cigarettes versus Nicotine Replacement Therapy. N Engl J Med 2019; 380:629-637 DOI: 10.1056/NEJMoa1808779 https://bit.ly/2RWdcd0 

[5] Retraction to: Electronic Cigarette Use and Myocardial Infarction Among Adults in the US Population Assessment of Tobacco and Health. https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/JAHA.119.014519 

[6] K Farsalinos. Smoking, vaping and the coronavirus (COVID-19) epidemic: rumors vs. evidence http://www.ecigarette-research.org/research/index.php/whats-new/2020/278-corona 

[7] Wei-jie Guan et al. Clinical characteristics of Coronavirus disease in China. N Engl J Med 2020; https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa2002032

 

[8] Coronavirus and vaping: Can e-cigarette clouds pass on Covid-19? https://www.standard.co.uk/news/world/vaping-coronavirus-ecigarette-cloud-expert-advicea4386996.html 

[9] Van Doremalen N. Et al. Aerosol and surface stability of SARS-CoV-2 as compared with SARS-CoV-1. The New England Journal of Medicine. https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc2004973?query=TOC

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