6 Maneras en que las Ciudades Privadas Mejorarán el Mundo

worm's-eye view of buildings

Una Ciudad Privada Libre (CPL) es un concepto revolucionario que tiene el potencial de hacer el mundo más seguro, próspero y libre. Ellas proporcionan una solución a los gobiernos disfuncionales y las economías en dificultades. No son como ninguna otra ciudad que se tiene actualmente en el mundo.

Una CPL es una zona con gran autonomía (como en “libre”) dentro de un país anfitrión que tiene sus propias reglas y leyes. Ellas son dirigidas por empresas. Tienen fines de lucro y muy probablemente también tendrán accionistas. A través de una tasa anual competitiva, proporcionarán servicios como justicia, infraestructura y seguridad a sus residentes, por medio de un contracto individual explícitamente acordado con sus ciudadanos.

Aunque las CPLs no sean un concepto nuevo, tienen precursores muy exitosos. La gran liberalización de China comenzó en 1980, cuando el gobierno designó cuatro pequeñas ciudades para ser Zonas Económicas Especiales (ZEEs). Estas zonas rápidamente se convirtieron en cuatro grandes ciudades gracias a la reducida cantidad de regulaciones y un ambiente de negocios más favorable. Desde entonces, muchos otros países han seguido el ejemplo. Las CPLs llevan la idea de las ZEEs muchos pasos por delante.

1. Las Ciudades Privadas Libres Innovarán

Todos los sectores de la sociedad han mostrado una fuerte innovación durante el último siglo, excepto en la gobernanza.

Las CPL son como países start-up. Estas ciudades mostrarán gran innovación en la gobernanza así como las empresas start-up de Silicon Valley lo han demostrado en tecnología. Marcarán el camino desde el gasto excesivo hasta la reducción de costos, desde las promesas no cumplidas de las elecciones a la rendición de cuentas, desde el pensamiento de corto plazo hasta el de largo plazo, de la incertidumbre jurídica a la seguridad jurídica.

En vista que las CPLs tienen un incentivo para no regular en demasía, ofrecerán una regulación clara y eficiente. Los negocios también disfrutarán de una gran libertad para innovar en las áreas de biotecnología, solar, nano, robótica, energía, entre otras.

2. Sin Más Sorpresas

Imagine que su tienda preferida de reparación de vehículos de repente le ha cobrado más de lo que acordaron. Por supuesto que usted se indignaría y se negaría a pagar la cantidad extra. Lo que nosotros no nos damos cuenta es que para los gobiernos, esto es lo de siempre.

Los gobiernos cambian las leyes unilateralmente y crean nuevas. Ningún ciudadano en ningún país tiene un acuerdo mutuo con su gobierno estableciendo cuanto pagar en tasas y cuales servicios recibirá de regreso. Esto ha causado que la carga regulatoria de los EE.UU. se multiplique por 200 durante el último siglo. También llegó a tal nivel de incertidumbre jurídica con tantas leyes nuevas que es imposible saberlas todas. El ciudadano promedio de los EE.UU. sin saberlo comete tres delitos graves al día.

Las CPLs ofrecen mucha más seguridad jurídica. Ellas necesitan ofrecer un contracto claro con garantías o no encontrarán clientes. De modo distinto a los políticos, los operadores de las CPL no pueden simplemente romper sus promesas, pues han firmado contratos individuales con los ciudadanos. Si lo hacen, pueden ser llevados a los tribunales por violación de contrato.

3. Tendremos Opciones Verdaderas

En un mundo con distintas ciudades privadas libres, ciudadanos podrán elegir entre ellas, y mudarse para otra ciudad que tenga mejores reglas. Cada nueva CPL incrementará las opciones disponibles para todos los ciudadanos del mundo. Ya que pueden ser tan pequeñas como 10km² (4mi²) o incluso menos, podríamos ver la creación de centenas de CPLs rogando para que estemos ahí.

En el lugar de votar con nuestros bolígrafos, como hacemos en elecciones, podríamos votar con nuestros pies, así como ya lo hacemos con éxito en el mercado. En la actualidad, existen solamente 200 países en un mundo de 7 billones de personas, así que el nivel de competencia por gobiernos es bajo.

En las CPLs no habrá necesidad de políticos, elecciones o una lucha sin fin. No tiene sentido discutir con otros residentes sobre qué políticas seguir, porque las CPLs ofrecen servicios de manera voluntaria.

4. Seremos Clientes en Lugar de Súbditos

¿El gobierno controla su vida? Parece razonable decir que sí. ¿Usted controla el gobierno? Ciertamente no. Los políticos difícilmente son responsabilizados. Ellos rompen promesas que hicieron durante elecciones, empiezan guerras en el extranjero bajo falsos pretextos o imprimen nuevo dinero para financiar sus proyectos.

El mercado funciona mucho mejor a pesar de que las empresas no ofrecen participación democrática. Pocos compradores de iPhones sienten también la necesidad de comprar acciones de Apple para así tener una diminuta influencia en su rumo. El derecho de alejarse, negarse a comprar, es la mejor garantía para que las empresas se comporten correctamente. Si una empresa hiciera lo que hacen los gobiernos, usted llamaría la policía.

Las CPLs están sujetas a la disciplina del mercado. Su relación con sus clientes y su buena reputación son esenciales. Sus residentes son clientes que pueden marcharse y llevar consigo su dinero a otro lugar, y no meros súbditos del gobierno a los que sólo se les permite emitir un voto insignificante cada 4 años. Esta presión de tratar bien a los clientes mejora el nivel del servicio público y disminuye el nivel de brutalidad policial. ¿Cuántas veces ha oído hablar de la brutalidad de la seguridad privada en un centro comercial? Ahora compárelo con la seguridad pública. ¿La diferencia? En una es un cliente, en la otra, es súbdito.

5. Las Ciudades Privadas Libres Maximizarán la Libertad Individual y Económica

Las CPLs serán rincones de libertad, prosperidad y civilización. Para atraer residentes, trabajadores y empresas, se ofrecerán bajos costos, un ambiente seguro, seguridad jurídica, y máxima libertad individual y económica. La aplicación de la regulación es costosa y esos costos tendrían que ser trasladados a los clientes. Por lo tanto, probablemente el 95% de la carga regulatoria actual se muestra como un obstáculo e indeseable.

Las CPLs permitirán la libertad de expresión, de contrato, de asociación y de mercado. Es de su propio interés no dictarle a las empresas cuáles deben ser sus precios o salarios, cómo deben asegurarse los individuos contra el desempleo o la vejez, qué deben aprender los niños en la escuela, qué tratamientos médicos pueden seguir los pacientes, cómo deben ser los contratos de alquiler, qué leyes de licencia profesional deben estar en vigor, entre otros.

6. Las Ciudades Privadas Libres Pueden Ser Lugares Seguros Para las Minorías y los Refugiados

Considere las CPLs una tecnología social, un concepto poderoso para traer prosperidad y seguridad para un área. Ellas pueden crear un mercado de residencia ofreciendo tanto a los ricos como a los pobres, mejores opciones donde vivir y trabajar. Como tal, pueden funcionar como una válvula de seguridad contra gobiernos disfuncionales u opresivos.

Cerca de 60 millones de refugiados están actualmente buscando un nuevo hogar. Sin embargo, pocos países están dispuestos a permitir el acceso de estas personas. La creación de CPLs en el Oriente Medio, por ejemplo, sería invalorable para muchos refugiados. Tenga en mente que Hong Kong fue una vez una destinación para centenas de millares de refugiados de la China Maoísta y del Vietnam destrozado por la guerra.

Las CPLs darían la bienvenida a los inmigrantes que estuvieran dispuestos a aceptar las reglas y pagar la tasa anual, ya que estos son los clientes. Alternativamente, las compañías que deseen traer trabajadores podrían pagar las tasas de sus empleados. De este modo, ciudades privadas libres ofrecerían una posibilidad de una vida más segura y próspera, especialmente para las minorías oprimidas.

Traducido por Lucas Russo
Revisado por Daniela Cano

Fuente: Instituto de Ciencia Política Colombia (ICP)

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