Subway, el gigante de los sándwiches, hizo un anuncio muy interesante la semana pasada. Asociados con GenZ EV Solutions, el hogar del “foot-long BMT” informó sobre:
La instalación de estaciones de carga Subway Oasis en lugares seleccionados: marquesinas de carga con múltiples puertos, mesas de picnic, Wi-Fi, baños, zonas verdes e incluso parques infantiles. Como parte de un plan plurianual para desplegar el Subway Oasis, se pondrán a prueba estaciones de carga rápida para vehículos eléctricos de formato más pequeño en restaurantes seleccionados, nuevos o recién remodelados, de todo Estados Unidos, a partir de 2023.»
Lo que en principio puede sonar extraño tiene mucho sentido comercial (potencialmente). La compañía Subway resulta ser un verdadero magnate inmobiliario con 20.700 locales sólo en Estados Unidos. Esto casi duplica el número de restaurantes que tiene McDonald’s en aquel país. Recargar las baterías de los vehículos eléctricos toma entre 15 minutos y una hora, según las circunstancias. Subway apuesta que, al ofrecer instalaciones y servicios agradables, los propietarios de Vehículos Eléctricos (VEs) que necesiten recarga se conviertan en sus clientes. Dados los precios actuales de los VEs, sus propietarios suelen ser personas y familias acomodadas, lo que los convierte en un grupo demográfico deseable.
Como explica Alex Fitzpatrick de Axios:
«Es un indicio de lo que está por venir, ya que las empresas con gran huela de puntos de venta minoristas buscan formas creativas de abrazar la transición eléctrica – y ganar un dólar o dos en el camino.»
Lo que los Oasis de Subway nos dicen sobre la innovación
En su libro Unleash your inner company, John D. Chisholm hace hincapié en que:
«Solemos pensar que una bombilla es una sola unidad. Pero en realidad es una combinación de varias tecnologías. Si se trata de una lámpara fluorescente compacta (CFL), consta de una carcasa de vidrio con revestimiento fluorescente, vapor de argón y mercurio y balasto integrado. Si se trata de una bombilla incandescente convencional, consta de una carcasa de vidrio, filamento, vacío, gas inerte y casquillo. La mayoría de las innovaciones, incluidas muchas de las patentes, representan de forma similar combinaciones -a menudo nuevas combinaciones- de tecnologías existentes… La misma técnica puede aplicarse a las habilidades o, para el caso, a cualquiera de tus recursos.»
Y esto es lo que Subway está intentando hacer a su manera. La empresa está combinando sus recursos (enormes propiedades inmobiliarias), sus habilidades (ser restaurateurs existosos) y su tecnología (los hornos rápidos, por ejemplo) con una tecnología completamente nueva que son las estaciones de carga eléctrica. Huelga decir que Subway no es ni inventor ni pionero en la electrificación del mercado de la movilidad. Sin embargo, si su apuesta por Oasis sale bien, podrían convertirse en actores clave de la electrificación del transporte en Estados Unidos.
He aquí otra lección importante. Según Matt Ridley:
«Innovación… significa encontrar nuevas formas de aplicar la energía para crear cosas improbables, y ver cómo se ponen de moda. Significa mucho más que inventar, porque la palabra implica desarrollar un invento hasta el punto en que se pone de moda porque es lo suficientemente práctico, asequible, fiable y ubicuo como para que merezca la pena utilizarlo.»
En efecto, los Oasis de Subway podrían hacer mucho por la accesibilidad y fiabilidad de la red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos en Estados Unidos. Sus ubicaciones a lo largo y ancho de los Estados Unidos podrían beneficiar a los conductores actuales y futuros de vehículos eléctricos, por ejemplo, acercando las estaciones de recarga a sus hogares. En los últimos años, la infraestructura de recarga ha crecido rápidamente. Sin embargo, no sigue el ritmo de adopción de los VEs, sobre todo porque el país ha alcanzado un punto de inflexión, con un 5 por ciento de las ventas de coches nuevos eléctricos en 2022.
Quién sabe…
Sin embargo, este no es el final de la historia. Es sólo el principio de una aventura con final abierto.
Subway invertirá millones en un proyecto que puede funcionar o no. Sólo el tiempo dirá si el riesgo calculado que están asumiendo merece la pena. Cuando operan en el mercado libre, los innovadores pueden obtener enormes beneficios. Pero este no suele ser el caso muy a menudo. La mayoría de las startups fracasan. Los emprendedores se enfrentan a un inmenso grado de incertidumbre. “Crear una empresa es como comer vidrio y mirar al abismo”, dijo Elon Musk. Reinventar una empresa puede ser igual de difícil. Muchas cosas pueden salir mal para Subway, desde el timing hasta las alternativas a los vehículos eléctricos, como podrían ser los coches de hidrógeno.
Por lo tanto, debemos dar a los innovadores espacio para probar y, muy probablemente, fracasar. Sin embargo, cuando aciertan, las ventajas para todos nosotros son enormes y a veces nos cambian la vida. Ser emprendedor ya es suficientemente arriesgado. Los Gobiernos no deben agobiarlos con licencias, regulaciones excesivas y burocracia.
Porque, como explicó Joseph Schumpeter: «La innovación ofrece la zanahoria de una recompensa espectacular o el palo de la indigencia».
* Federico N. Fernández es Director Ejecutivo de Somos Innovación (la alianza latinoamericana en favor de la creatividad y la innovación) y CEO de We Are Innovation (la organización hermana de Somos Innovación para Europa). Federico es también Presidente de la Fundación Internacional Bases (Rosario, Argentina) y del Comité Organizador del Congreso Internacional “La Escuela Austríaca de Economía en el Siglo XXI”, que se realiza en Europa y América Latina alternativamente.
Fuente: Somos Innovación
