Colapso de la Competencia: Cómo la Consolidación Amenaza la Innovación en la Defensa Estadounidense

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La experiencia de la innovación estadounidense está radicalmente entrelazada con la competencia estadounidense, hasta el punto de que la competencia podría considerarse el catalizador de la innovación. La competencia en el mercado obliga a las empresas a pensar en el futuro y a pensar de forma diferente. Este pensamiento fuera de la caja es indistinguible, felizmente, de los rasgos definitorios de la innovación y ese intercambio de perspectivas e ideas depende de la pluralidad de ambos.

Por tanto, los responsables de la toma de decisiones deben examinar detenidamente las posibles consecuencias inmediatas de cualquier gran adquisición en el ámbito de la defensa sobre la competencia y los efectos dominantes que podrían producirse en los años venideros. Los más altos niveles de liderazgo deberían igualmente elaborar estrategias que permitan un sistema que aliente a las empresas jóvenes y ágiles a competir
con facilidad y fuerza.

En diciembre de 2020, el contratista de defensa Lockheed Martin anunció su plan de compra y fusión con Aerojet Rocketdyne en un acuerdo de 4.400 millones de dólares. Gracias a los contratos existentes y a la integración vertical, esta fusión podría acaparar el mercado de la defensa antimisiles, ahogando la competencia de forma problemática, especialmente en el ámbito hipersónico. Este acuerdo está siendo revisado por el Departamento de Defensa (DoD) y la Comisión Federal de Comercio (FTC), que harían bien en recordar que los mercados -y las ideas y tecnologías que los impulsan- se estancan en la medida en que eliminan o silencian las alternativas.

La experiencia de la historia nos ha enseñado que fusiones similares inevitablemente resultan en enormes costes para los contribuyentes y en una torpeza de alto nivel en el pensamiento estratégico de defensa. En 2006, el gobierno estadounidense permitió la formación de la United Launch Alliance (ULA) de Lockheed Martin y Boeing para apoyar todos los lanzamientos medios y pesados del gobierno estadounidense. Antes de esta unión, y este es el punto crucial, estas dos empresas competían por las misiones de lanzamiento espacial. Tras la fusión, ULA aprovechó su posición y los costes siguieron aumentando hasta que se reintrodujo la competencia, en forma de SpaceX, y ULA redujo su precio en 80 millones de dólares.

Además, la competencia garantiza que las tecnologías más viables lleguen a la cima. La primera prueba del cohete propulsor del arma hipersónica AGM-183A de respuesta rápida lanzada desde el aire de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, desarrollada por Lockheed Martin y Aerojet Rocketdyne como parte de un contrato de 480 millones de dólares, fracasó. Aunque los fracasos en las pruebas son un hecho natural (y necesario) en el proceso de innovación, estos contratiempos también señalan la necesidad de que varias empresas compitan para aportar las mejores capacidades tecnológicas nuevas.

Junto a estos ejemplos fuertemente negativos de colapso de la competencia, los miembros de la comunidad de defensa están haciendo sonar la alarma sobre un estrechamiento más general del campo de los contratistas. El Informe de Capacidades de 2017 del Departamento de Defensa advirtió contra la fuerte consolidación en el espacio de la defensa, advirtiendo que podría «reducir las capacidades industriales y la tecnología» y «en última instancia, reducir la competencia que, de otro modo, podría no estar en el interés del Departamento o del público».

La reducción de la competencia y la innovación también perjudicará a la seguridad nacional de Estados Unidos. China y Rusia ya han probado sus capacidades de misiles hipersónicos. De forma alarmante, Rusia ha desplegado dos armas hipersónicas dentro de sus fuerzas; Estados Unidos es actualmente incapaz de defenderse contra este tipo de misiles. China supone una amenaza similar: durante su audiencia de confirmación, el general Mark Milley señaló que China «está gastando más que nosotros en investigación y desarrollo y en adquisiciones», y Michael Griffin, ex subsecretario de Investigación e Ingeniería del Pentágono, admitió que «estamos atrasados en la defensa hipersónica». La única manera de garantizar que Estados Unidos sea capaz de proveer adecuadamente a su seguridad nacional es crear un entorno en el que las empresas ágiles y creativas puedan aportar constantemente nuevas ideas, tecnologías e innovaciones al mercado.

Así pues, las fusiones no son siempre la respuesta correcta, especialmente las que hacen jugadas de integración vertical como ésta. Aunque esta fusión asegura el innegable valor de ser el primero en el mercado, se queda corta en la protección de un recurso más fundamental: la cultura del ingenio y la agilidad tecnológica. El mercado en el que Lockheed Martin vende se volvería, casi con toda seguridad, más lento, pero el coste de la innovación perdida no sólo está orientado al mercado. Aerojet es el último proveedor independiente de propulsores de cohetes y las empresas que quieran competir con Lockheed tendrán que buscar con toda seguridad el abastecimiento en el extranjero, dejando a Estados Unidos en una situación de desventaja estratégica. Para los intereses estadounidenses es mucho mejor contar con una gran reserva de talento de la que poder tirar, no sólo para contrarrestar las amenazas actuales, sino también para responder cuando surjan otras nuevas.

Si la FTC y el Departamento de Defensa aprueban esta fusión, corremos el riesgo de que se reduzca la competencia, aumenten los costes y aumente la inestabilidad en lo que respecta a la defensa hipersónica de nuestra nación. La falta de competencia en este sector crítico podría causar un daño irreparable a empresas jóvenes, ágiles e innovadoras, deseosas de entrar en el ruedo. En el pasado, hemos aceptado adquisiciones sólo para conocer las consecuencias más tarde.

Fundamentalmente, el mercado impulsa la innovación que la defensa puede aprovechar; ese mercado debe ser lo más abierto posible.

 

Traducido por el Equipo de Somos Innovación

 

Fuente: The Economic Standard

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