El Inspirador Viaje de los Países del Golfo Hacia la Competitividad Global

Con la edición 2023 del Ranking Mundial de Competitividad, el mundo vuelve a enfocar su atención en este importante indicador del éxito nacional. Esta clasificación no es un mero baremo de los resultados financieros y económicos. Trasciende el PIB y las medidas de productividad para ofrecer una visión global de la capacidad de un país para fomentar un entorno propicio para la creación de valor sostenible. La herramienta también comprende las intrincadas dimensiones socioculturales y políticas en las que deben maniobrar las empresas.

La clasificación de un país es un barómetro de su calidad de vida y una brújula para las decisiones de inversión internacional. Ayuda a comprender los diversos entornos empresariales y evalúa la eficacia de las políticas públicas. Dinamarca, Irlanda y Suiza ocupan los primeros puestos del índice de este año, mientras que Mongolia, Argentina y Venezuela se sitúan en el extremo inferior del espectro.

El Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), una alianza política y económica formada por el Reino de Arabia Saudí, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Qatar, Bahréin y Omán, ofrece un panorama interesante. Todos los países del CCG, salvo Omán, figuran en el índice con resultados convincentes.

Como testimonio de la resistencia económica de la región, EAU ha recuperado su posición entre los 10 primeros, subiendo dos puestos desde el año pasado. El incesante afán de progreso del país ha consolidado su presencia entre los 10 primeros durante cuatro de los últimos cinco años. A pesar de descender desde su 5ª posición en 2019, la clasificación actual subraya el compromiso de los EAU con la competitividad global.

El rendimiento de Qatar es poco menos que impresionante. Con un salto de seis posiciones con respecto al año anterior, ahora se asienta cómodamente en el puesto 12. Tras un breve periodo de declive, Qatar se encuentra en una trayectoria ascendente, potencialmente preparada para colarse entre los 10 primeros el año que viene. Con un puesto entre los 5 primeros en Rendimiento Económico y Eficiencia Gubernamental, Qatar se ha convertido en un contendiente mundial persistente en estas categorías cruciales durante los últimos cinco años.

Luego está el Reino de Arabia Saudí, que exhibe un encomiable grado de dinamismo económico. El ascenso de Arabia Saudí desde el puesto 26 en 2019, tocando un breve mínimo del 32 en 2021, hasta un asombroso puesto 17 este año, lo convierte en uno de los países que más rápido ha escalado posiciones en el índice. Este salto de siete puestos desde 2022 ha impulsado a Arabia Saudí por delante incluso de Alemania, que este año ha descendido siete puestos hasta el 22º. El meteórico ascenso de Arabia Saudí en Rendimiento Económico, del 30º en 2019 al 6º en 2023, y su impresionante avance en Eficiencia Empresarial -del 25º al 13º en el mismo periodo- subrayan su notable trayectoria de crecimiento.

Completando el desempeño del CCG, Bahréin ascendió cinco puestos hasta la 25ª posición, mientras que Kuwait debutó en la clasificación en el puesto 38º.

La sólida representación del CCG entre los 20 primeros, con tres países que mantienen su posición, es un testimonio de los ambiciosos objetivos de la región y de su realización en las últimas décadas. De cara al futuro, las tendencias al alza sugieren que Arabia Saudí y Qatar podrían unirse a los EAU entre los 10 primeros en 2024. Al mismo tiempo, Bahréin y Kuwait deberían aspirar a situarse entre los 20 primeros.

El desarrollo de la historia del progreso del CCG demuestra la capacidad de la región para utilizar una gobernanza adaptable y ampliar el acceso al mercado, elevando así las condiciones de vida de su población. Es un claro reflejo de las reformas transformadoras que ha experimentado la región, así como de su compromiso con la creación de valor sostenible y la competitividad. Países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar han demostrado que es posible lograr un crecimiento rápido y sostenible con la combinación adecuada de políticas económicas sólidas, desarrollo de infraestructuras y reformas sociales. Estos países ya no son sólo naciones ricas en petróleo. Se están convirtiendo en economías prósperas y diversificadas que demuestran lo que puede lograrse cuando los recursos naturales se complementan con estrategias innovadoras y un compromiso inflexible con el progreso.

Los resultados de los países del CCG en la última clasificación dibujan un panorama optimista del futuro de la región. Frente a los retos más arduos, estas naciones han demostrado una notable perseverancia y han emprendido un prometedor viaje hacia una mayor competitividad. Su ascenso no sólo beneficia a la región, sino que es una inspiración para el mundo.

* Federico N. Fernández es un líder visionario dedicado a impulsar la innovación y el cambio. Como Director Ejecutivo de Somos Innovación, una red global de más de 30 think-tanks, fundaciones y ONGs, Federico defiende soluciones innovadoras en todo el mundo. Su experiencia y pasión por la innovación le han valido el reconocimiento de prestigiosas publicaciones como The Economist, El País, Folha de São Paulo y Newsweek. Federico también ha pronunciado inspiradores discursos y conferencias en tres continentes, ha escrito numerosos artículos académicos y ha compilado varios libros sobre economía.

Fuente: Somos Innovación

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