Es Hora Transformar la OMS para Bien

man wearing Donald Trump mask standing in front of White House

Alguien tenía que decirlo. En una rueda de prensa el 7 de abril, el Presidente Trump reprendió a la Organización Mundial de la Salud (OMS) por haber «atendido erróneamente, diría, todos los aspectos [del coronavirus]».

Trump fue más allá el martes por la noche, anunciando que los EE.UU. suspendería el financiamiento a la OMS por su manejo de la nueva pandemia de coronavirus, según Axios.

La sub-agencia de las Naciones Unidas ha tropezado en su búsqueda para contener el coronavirus, mostrando más interés en aprobar encubrimientos que en producir datos precisos. La historia tiene una extraña forma de repetirse y los EE.UU. enfrentó un problema similar con otra burocracia mundial no responsable -la Organización Internacional del Trabajo (OIT)- en la década de 1970. Como lo hizo entonces, los EE.UU. deben detener el flujo de dólares de los contribuyentes a la organización y exigir una rendición de cuentas. Sólo un esfuerzo persistente y dedicado puede transformar a la OMS para bien.

Tomó tres meses, pero el mundo finalmente sabe la verdad sobre los flagrantes intentos del gobierno chino de encubrir la pandemia del coronavirus. Médicos valientes como el Dr. Li Wenliang advirtieron a sus colegas y al público a través de los medios de comunicación social ya en diciembre que los pacientes presentaban misteriosos síntomas similares al SARS en su hospital de Wuhan. El Dr. Li y algunos de sus «co-conspiradores» fueron acosados por la policía secreta china por haber dado la alarma y fueron amenazados y obligados a firmar retractaciones. Mientras tanto, la Comisión de Salud Provincial de Hubei ordenó que se destruyeran las muestras de laboratorio del coronavirus y prohibió a los científicos seguir analizando las muestras.

A pesar de estos encubrimientos, China informó a la OMS sobre la rápida propagación del virus el 31 de diciembre. Pero la agencia internacional se quedó de brazos cruzados mientras la situación empeoraba al mes siguiente. El gobierno chino se negó a permitir que un equipo de la OMS entrara en el país por dos semanas. La burocracia mundial informó sin crítica alguna que las autoridades chinas no habían visto «ninguna evidencia clara de transmisión de humano a humano del nuevo coronavirus» el 14 de enero, justo un día después de reconocer el primer caso fuera de China (en Tailandia). El Director General de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, elogió al Presidente chino Xi Jinping por su «compromiso político» y «liderazgo político» a pesar de estos repetidos y censurables intentos de mantener oculto el coronavirus al mundo.

Evidentemente, la OMS se preocupa más por mantener los delirios y los encubrimientos que por recopilar e informar rigurosamente sobre el coronavirus. *Our World in Data (Nuestro Mundo en Datos), con sede en Oxford, anunció el 18 de marzo que dejaría de confiar en los datos sobre coronavirus de la OMS debido a «muchos errores en los datos… cuando revisamos todos los Informes de Situación diarios». Estos problemas de datos, junto con la falta de comunicación de la OMS con los investigadores externos acerca de dichos errores, han llevado a los científicos afiliados al proyecto a utilizar en su lugar los informes más rigurosos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.

No es de extrañar que la administración Trump no esté interesada en continuar dando los 500 millones de dólares de ayuda anual de los contribuyentes a una organización corrupta que no puede mantener sus números

La decisión del Presidente Trump de retener la ayuda a una burocracia global que no rinde cuentas puede provenir de una fuente de inspiración poco probable: el ex presidente Jimmy Carter. La OIT fue creada en 1919, pero para 1977, se había transformado de una organización de defensa de los trabajadores a un portavoz de políticas retrógradas y regímenes opresivos

El gobierno de Carter se molestó por las brutales acciones aprobadas por la OIT, incluso cuando los contribuyentes estadounidenses pagaron el 25% de las cuotas financieras de la agencia (unos 85 millones de dólares en la actualidad). La burocracia encontraba atroces violaciones laborales cometidas por gobiernos represivos regularmente, pero la OIT enterró los informes cuando los países infractores se quejaron. Los funcionarios de EE.UU. rápidamente pusieron un “kibosh” a esas actividades retirándose de la OIT. La OIT cambió rápidamente y comenzó a denunciar la represión de los trabajadores regularmente. Por ejemplo, en 1978 y 1979 la organización condenó las prácticas laborales brutales en Checoslovaquia y en la Unión Soviética y trató de posicionarse como defensora imparcial de los trabajadores de todo el mundo. Los EE.UU. se reincorporó en 1980 y desde entonces han mantenido un papel activo en la burocracia mundial reformada

No hay razón por la cual la OMS no pueda ver una transformación similar con el liderazgo adecuado y la reorganización de las prioridades de los objetivos.

La insistencia del Presidente Trump en que la OMS limpie sus actos debe resultar en una agencia capaz que proteja la salud pública en lugar de mimar a los hombres fuertes.

Fuente: La Fundación para la Educación Económica (FEE)

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