A lo largo de la historia de la producción animal, el ganadero ha tratado de identificar mediante distintos métodos a sus animales para poder diferenciarlos de los otros. Tenemos los clásicos sistemas de identificación como la señal en la oreja con sus distintas combinaciones para marcar algún número, los tatuajes, los números marcados a fuego o con frío y las caravanas clásicas numeradas.
La evolución tecnológica nos trajo novedades a nuestros sistemas productivos como pueden ser :
- Las caravanas con chip RFID incorporados (baja y alta frecuencia de lectura)
- Chips subcutáneos con RFID
- Collares con GPS
- Bolos intraruminales con chip RFID
Los primeros en usarse fueron los chips subcutáneos que como su nombre lo indica se implantaban debajo de la piel y tenían un chip con RFID mediante el cual se podía identificar al animal al ser leído mediante un lector de RFID. Se desestimó su uso a lo largo del tiempo, ya que migraban dentro del animal, siendo difícil su ubicación para ser leídos y podían romperse si el animal se golpeaba donde se encontraba el chip.
Luego aparecieron los bolos intraruminales, de cerámica y de un tamaño de hasta unos 5cm con chip RFID, estos son muy confiables, con una retención altísima no habiendo prácticamente perdidas de los mismos, son fáciles de recuperar, pero su costo elevado no permitió que ganaran adeptos.
Los collares con GPS son muy interesantes, podemos saber en todo momento donde se encuentra el animal, medir sus pasos y ver su comportamiento, pero tienen la contra de ser caros, de tener baterías que deben ser cambiadas y que en donde estén activos debe haber señal de celular o instalar una antena especial que crea una especie de paraguas de señal dentro del campo para poder captar al animal y retransmitir su posición.
Las caravanas con chip RFID realmente hicieron la diferencia, se tratan de caravanas plásticas donde tienen insertado el chip con su correspondiente antena, las primeras que se comercializaron y tal vez las únicas que conozcan son las de baja frecuencia, se trata de una longitud de onda de unas 125 a 134 khz, con una distancia de lectura de 5 a 20 cm y una posibilidad de lectura de 1 animal por segundo. Estos son los denominados chips de baja frecuencia de lectura.
Las caravanas RFID de baja frecuencia vienen en HDX y FDX siendo dos posibles formas de presentarse, en las que varían su comportamiento de acuerdo al medio donde se realiza el trabajo. Las HDX se recomiendan para tambos y criaderos de cerdos porque sufren menos interferencias causadas por las estructuras metálicas.
¿Cómo es que funciona la lectura por RFID?
El lector de caravanas emite una radiofrecuencia que es captada por el chip dentro de la caravana o bolo y excita al chip devolviendo su identidad al lector.
Es importante aclarar que todos estos sistemas, salvo los collares, son pasivos, es decir que los identificadores sean caravanas o bolos no llevan una batería, los que llevan fuente de alimentación se denominan activos.
Desde Digirodeo ofrecemos los chips de alta frecuencia, estos se encuentran dentro de las caravanas plásticas, trabajan a una frecuencia mucho más alta, desde los 850 a los 960 Mhz, lo que les permite ser captados a distancias realmente largas. Hemos tenido pruebas a campo captando los animales hasta unos 15 m dependiendo de las antenas con las que se leen.
Esta propiedad física de su distancia de lectura los convierten en una herramienta muy ágil para la gestión del campo. Son muchas las aplicaciones donde podemos leer el animal a distancia, por ejemplo con nuestros lectores portátiles podemos leer el animal a campo desde el caballo a unos 5m del mismo, en cambio con los chips de baja frecuencia el animal debe ser llevado a la manga y leído con el bastón de lectura prácticamente tocándole la oreja. También estamos trabajando en los arcos de lectura portátiles donde el animal pasa por pasos obligados, por ejemplo hacia la aguada o en un cambio de parcela y son censados sin causar un movimiento extra.
Toda nuestro kit tecnológico de lectura de alta frecuencia es integrable con las pistolas de vacunación inteligentes pudiendo de esta forma llevar la trazabilidad individual de los tratamientos sanitarios.
Creemos que la tecnología debe respaldar al productor y más que nada hacerle el trabajo más simple al ganadero. Tecnologías como la nuestra ayudan al ganadero y facilitan trabajos beneficiándose el productor y el animal.
Fuente: Club AgTech
