Héroes del Progreso, parte 34: Alan Turing

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Hoy presentamos la edición número 34 de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada “Héroes del progreso”. Esta columna provee una introducción breve a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. Puede encontrar la parte número 33 aquí.

Esta semana, nuestro héroe es Alan Turing —un matemático inglés, científico especializado en la informática y cripto-analista, que es mejor conocido por sus contribuciones en el campo de la ciencia informática y por desarrollar una máquina que descifró el código “Enigma” de los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial. La máquina Enigma era un aparato de codificación que fue utilizado de manera extensa por las fuerzas Nazis durante la Segunda Guerra Mundial para enviar mensajes de manera segura. El trabajo de Turing al crear una máquina que podía descifrar los mensajes encintados de los alemanes significó que las fuerzas de los Aliados tuvieron una gran ventaja durante la guerra. Algunos historiadores han estimado que gracias al trabajo de Turing, la duración de la Segunda Guerra Mundial se redujo en al menos 2 o 3 años. Al reducir la duración de la guerra, es probable que el trabajo de Turing salvó millones de vidas.

Alan Turing nació el 23 de junio de 1912 en Londres, Reino Unido. Desde una edad temprana, Turing mostró señales de una inteligencia superior y luego de inscribirse en Sherborne School a la edad de 13 años, desarrolló una pasión por las matemáticas y la ciencia. En 1931, Turing fue aceptado en la Universidad de Cambridge, y tres años después se graduó con honores en matemáticas. En la Universidad de Cambridge estaba tan impresionados con el trabajo de Turing que a tan solo sus 22 años de edad, fue electo como un académico de King’s College en Cambridge.

En 1936, Turing publicó un estudio destacado titulado “Sobre los números computables, con una aplicación al problema Entscheidungs” [esto es, un problema de decisión]. En ese estudio, Turing presentó la idea de una máquina universal (después denominada como “la máquina de Turing”) que podría resolver cálculos complejos. Muchos consideran el estudio de Turing como un trabajo fundamental en el campo de la ciencia computacional y de la inteligencia artificial, dado que se adelantó a cómo una computadora digital moderna funcionaría.

Ese mismo año, Turing se mudó a Nueva Jersey para estudiar para obtener un Ph.D en matemáticas de la Universidad de Princeton. Turing obtuvo su Ph.D. en tan solo dos años y volvió a su trabajo académico en Cambridge en 1938. Pocos meses después, le pidieron a Turing unirse a la Escuela Gubernamental de Códificación (GCCS, por sus siglas en inglés) —una organización británica para descifrar códigos. Con la irrupción de la Segunda Guerra Mundial en septiembre de 1939, Turing se mudó a la sede central de guerra de la GCCS en Bletchley Park, Buckihghamshire.

Una cuantas semanas antes de que Gran Bretaña le declarase la guerra a Alemania, el gobierno polaco le dio al gobierno británico los detalles de su trabajo para descifrar el código de la máquina alemana Enigma. Aunque la inteligencia polaca había tenido algo de éxito descifrando el código Enigma, al inicio de la guerra, los Nazis aumentaron la seguridad de la máquina y empezaron a cambiar su código a diario. Eso significaba que Turing y su equipo tenían solo 24 horas para descifrar el código Enigma y traducir el contenido de los mensajes, antes de que el código fuese nuevamente alterado.

Turing jugó un papel clave al crear una máquina conocida como la “Bombe”. Ese aparato ayudó a reducir significativamente el trabajo involucrado en descifrar el código Enigma y para mediados de la década de 1940, las comunicaciones de la Lutwaffe estaban siendo leídas en Bletchley Park.

Una vez que las comunicaciones de la Fuerza Aérea alemana fueron descifradas, Turing volcó su atención a descifrar las más complejas comunicaciones de la Fuerza Naval alemana. Este trabajo era de importancia vital dado que los barcos submarinos alemanes estaban destruyendo muchos barcos de carga que transportaban insumos esenciales que eran enviados desde EE.UU. hacia Gran Bretaña. Tantos barcos de insumos estaban siendo destruidos que los analistas de Churchill calculaban que Gran Bretaña pronto estaría sufriendo de hambre.

Afortunadamente, para 1941, Turing personalmente descifró la forma distinta de código Enigma que estaba siendo utilizado por los barcos submarinos alemanes. Con la revelación de las posiciones de los barcos submarinos alemanes en sus comunicaciones entre ellos, los barcos de carga de los Aliados podían ser desviados de la “manada de lobos” de submarinos Nazis. Después de la Segunda Guerra Mundial, Churchill confesó que “la única cosa que realmente me asustó durante la guerra fue el peligro de los botes submarinos”.

Muchos historiadores concuerdan que si Turing no hubiese descifrado el código de las fuerzas navales alemanas, la invasión de los Aliados en Europa (esto es, los aterrizajes durante el Día-D) probablemente hubiera sido retardada por al menos un año. Cualquier demora en invadir la Europa continental hubiese permitido que los alemanes fortalezcan sus defensas costeras y extendido el tiempo que le tomó a las fuerzas Aliadas llegar a Berlín.

Luego de que la guerra terminara en 1945, Turing recibió la Orden del Imperio Británico (OBE, por sus siglas en inglés) por sus servicios al país y se mudó a Londres para trabajar en el Laboratorio Nacional de Física. Durante su tiempo en Londres, Turing lideró el trabajo de diseño para el “Motor Automático de Computación”, la primera computadora con programas almacenados. Aunque la versión completa del diseño de Turing nunca fue construida, el concepto adaptado influyó significativamente en el diseño de la DUECE eléctrica inglesa y de la Bendix G-15 estadounidense —las primeras computadoras personales del mundo.

En 1952, Turing fue procesado por actos homosexuales luego de que la policía descubriera que había estado en una relación sexual con un hombre. Para evitar la cárcel, Turing aceptó someterse a una castración química mediante una serie de inyecciones de estrógeno. Como resultado de su condena, su autorización de seguridad fue retirada, y se le prohibió continuar su trabajo en criptografía en la GCCS, la cual se había convertido la Sede Central de Comunicaciones Gubernamentales o GCGQ en 1946.

Enfurecido por ser excluido del campo que había revolucionado, Turing cometió suicidio en 1954, a la edad de 41 años. El inmenso legado de la vida de Turing no salió a luz hasta la década de 1970, cuando el trabajo secreto realizado en Bletchley Park fue revelado al público.

El impacto de Turing en la ciencia informática es celebrada anualmente con el “Premio Turing”, que es el honor más importante en el campo de la computación. En 1999, la revista Time nombró a Turing como una de las “100 personas más importantes en el siglo XX”.

En diciembre de 2013, la Reina Elizabeth II perdonó formalmente a Turing. En enero de 2017, el gobierno británico estableció la “Ley de Turing”, la cual perdonó de manera póstuma a miles de hombres homosexuales y bi-sexuales que habían sido condenados bajo una legislación histórica que ilegalizaba los actos homosexuales.

Turing es muchas veces considerado como “El padre de la ciencia informática” por su trabajo en concebir la primera computadora personal del mundo. Como si ese logro no fuera suficiente, a la contribución de Turing para descifrar el código alemán Enigma en Bletchley Park también se le atribuye haber reducido la duración de la Segunda Guerra Mundial por varios años, lo cual salvó millones de vidas. Por estas razones, Alan Turing se merece ser nuestro Héroe del Progreso No. 34.

 

Fuente: El Cato

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