Actualmente los odontólogos de Honduras están en aprietos; porque desde noviembre del 2005 se emitió el Reglamento para el control sanitario de productos, servicios y establecimientos de interés sanitario en el cual les pedía para tramitar una licencia sanitaria, según el artículo 129 inciso 3, presentar una fotocopia de la escritura de la sociedad de constitución de sociedad o comerciante individual. Ahora bien la misma ley permite que los profesionales que brindan servicios operen solamente con un talonario de servicios.
El año pasado, 2017, bajo decreto 73 se revocó la necesidad de los odontólogos de estar constituidos como comerciantes individuales o en sociedad; esto fue un avance para la economía de nuestra sociedad; acto siguiente se cerraron las oficinas para tramitar en San Pedro Sula la licencia sanitaria, actuando en contraproducencia a la iniciativa de simplificación de trámites.
El espíritu del Reglamento para el Control Sanitario de Productos, Servicios y Establecimientos de
Interés Sanitario lo encontramos en su artículo donde reza:
Son principios fundamentales del presente reglamento los siguientes: a) Proteger la salud y la vida de los usuarios y consumidores en relación a los productos, servicios y establecimientos de interés sanitario. b) Regular las condiciones de inocuidad, eficacia y seguridad de los productos, servicios y establecimientos de interés sanitario.
Ahora bien, la gran mayoría de los odontólogos no habían tramitado su licencia sanitaria desde que fue requerida en el 2005, debido precisamente al desacierto de solicitar una constitución de sociedad o comerciante individual; los mismos motivados por el decreto 73 del 2017 decidieron regular su situación, con mayores incomodidades de antes en caso de los que operan en San Pedro Sula ya que deben movilizarse a la capital.
Al regularizarse con las licencias sanitarias los odontólogos, que han operado sin la misma por algún tiempo: se encontraron con multas de hasta L. 20.000, motivadas por ejemplo, según la Secretaria de Estado en el Despacho de Salud, por operar hace mas de 30 años sin licencia sanitaria; aún cuando el reglamento fue emitido apenas en el 2005.
El problema de hacer poco accesibles las licencias sanitarias es que menos odontólogos se regularizaran, y de esa forma, contrario al espíritu del reglamento que mencionábamos anteriormente, todos perdemos; ya que habrán establecimientos de salud sin requisitos higiénicos para la buena practica sanitaria, enfermando a la población, y siendo competencia desleal para los odontólogos; así mismo la secretaria de salud percibirá menos ingresos debido a las licencias sanitarias.
Gobierno: ¡Simplifiquemos trámites! Descentralicemos el trámite de licencias sanitarias, para volverlo más accesible; también considerar el cobro de multas según la razón y no con montos que afecten la economía de los individuos.
Fuente: Fundación Eléutera
