La mayoría de la extracción petrolera de Chile es Costa Afuera (Offshore), lo que consiste en la exploración, extracción y transporte de hidrocarburos que se encuentran bajo el mar.
Para considerar parámetros históricos podemos determinar que el interés por la industria offshore por parte de los gobiernos y empresas de diferentes países, se incrementó luego de la crisis petrolera de 1973, donde la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo decidieron no exportar más petróleo a los países que apoyaron a Israel en la guerra de Yom Kipur.
Esto tuvo como consecuencia el aumento del precio de petróleo que, unido a la gran dependencia que tenía el mundo industrializado, provocó un fuerte efecto inflacionista y una reducción de la actividad económica de los países afectados. La respuesta de los países afectados fue frenar su dependencia al petróleo de los países árabes y bajo esta premisa se inició el desarrollo y la exploración del Mar del Norte.
Sin embargo, a pesar que la extracción petrolera Costa Afuera es muy prometedora, también implica importantes riesgos, sobre todo para los trabajadores de las plataformas, por lo que la respuesta a mediano plazo para aumentar la eficiencia y reducir accidentes o inseguridades es la utilización de inteligencia artificial (IA) en el sector.
La inteligencia artificial utiliza como principal materia prima datos. En la industria de los hidrocarburos los datos son fundamentales, por lo que los procesos podrían realizarse remotamente por las personas, mientras que las plataformas operarían de manera autónoma.
Gracias a las capacidades de la inteligencia artificial todo proceso sería aprendido y aplicado con un muy bajo margen de error humano.
La innovación con respecto a las plataformas petroleras y la IA tienen el potencial de revolucionar el sector petrolero chileno a un nivel nunca antes visto que, sin duda, beneficiaría a toda la región del Magallanes.
Fuente: El Pinguino + Ciudadano Austral
