El Camino de Suecia Hacia las Tasas de Tabaquismo Más Bajas de Europa

Frente a la epidemia de tabaquismo que se cobra aproximadamente 700.000 vidas al año en Europa, Suecia se perfila como un caso excepcional, con una prevalencia del tabaquismo reducida al 5,6 por ciento, frente al 23 por ciento de la Unión Europea (UE). ¿Cómo ha trazado Suecia este camino y pueden otros países imitar su éxito? El reciente análisis de Somos Innovación (SI), titulado «Liderando el camino hacia un futuro libre de humo: La experiencia de Suecia«, aborda exhaustivamente estas cuestiones. A continuación se presentan de forma concisa las ideas y revelaciones más significativas del informe.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha tomado medidas notables para hacer frente a los problemas sanitarios mundiales. Entre ellas, el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de 2003 y las medidas MPOWER de 2008, que son principalmente métodos coercitivos en un intento de frenar las tasas de tabaquismo. Su objetivo es vigilar el consumo, proteger al público del humo ajeno, concienciar sobre los peligros del tabaco, aplicar estrictamente la prohibición de la publicidad y aumentar los impuestos sobre el tabaco. Estas medidas, por muy exhaustivas que parezcan, sólo aportaron una parte de la solución.

Suecia no se limitó a adoptar las recomendaciones de la OMS, sino que las combinó con una estrategia propia. No se trataba sólo de un planteamiento coercitivo, sino de una combinación de regulación, concienciación, prevención y aceptación de productos de nicotina alternativos.

La adopción en Suecia de productos alternativos a la nicotina representa un paso pionero. En la batalla contra el tabaquismo, la distinción entre tabaco en sí y tabaquismo es vital. El tabaquismo, y no el tabaco en sí, es la epidemia contra la que lucha la OMS. Cuando no se quema, el tabaco puede estar presente en productos alternativos de nicotina que han contribuido a reducir las tasas de tabaquismo en países como Suecia. Los suecos han comprendido que combatir una adicción no siempre significa eliminarla por completo, sino que puede significar sustituirla. Al permitir el paso de los cigarrillos a productos de nicotina más seguros, Suecia ha ofrecido a los fumadores una vía para dejar de fumar.

El paralelismo con otros países de la UE pone de relieve el éxito de Suecia. Países importantes de la UE como Alemania, Francia, Italia y España, todos ellos rigurosos en sus normativas, registran una prevalencia media del tabaquismo del 24,75 por ciento. Esta tasa es más de cuatro veces superior a la de Suecia, lo que sugiere que sus políticas singularmente restrictivas podrían no ser tan productivas como las estrategias más amplias de Suecia.

Además, el modelo sueco se ve corroborado por resultados sanitarios tangibles. Su incidencia del cáncer es menor y su tasa de mortalidad por tabaquismo significativamente inferior a la media de la UE. Los datos no mienten: Suecia es uno de los tres países con menor número de muertes por cáncer de pulmón.

La legislación sueca se ajusta perfectamente a las directrices del CMCT de la OMS y a las directivas de la UE. Pero donde brilla es en las áreas no dictadas por los mandatos europeos. La autorización de sabores en los productos de nicotina alternativos, la disponibilidad de productos de nicotina en línea y en los comercios generales, la aplicación de impuestos especiales que reflejan el riesgo relativo de los productos y el permiso para vender snus muestran su comprensión matizada de la cuestión.

Una encuesta de Ipsos entre ex fumadores suecos ilustra el éxito de este país. Las tres «A» -accesibilidad, aceptabilidad y asequibilidad- son fundamentales. La enorme variedad de productos de nicotina alternativos, combinada con sus distintos sabores y niveles de nicotina, es un testimonio del compromiso de Suecia de ofrecer alternativas viables y más seguras a los cigarrillos.

Mientras el mundo prosigue su dura batalla contra el tabaquismo, Suecia se erige en ejemplo de estrategias innovadoras y eficaces. Combina normativas estrictas, campañas de concienciación infatigables y una introducción razonable de alternativas nicotínicas más seguras. A medida que los países se enfrentan a la amenaza del tabaquismo, puede que merezca la pena mirar hacia el norte, hacia el modelo sueco, en busca de inspiración. Después de todo, cuando la salud está en juego, ¿no deberíamos estar abiertos a estrategias que funcionen?

* Federico N. Fernández es un líder visionario dedicado a impulsar la innovación y el cambio. Como Director Ejecutivo de Somos Innovación, una red global de más de 30 think-tanks, fundaciones y ONGs, Federico defiende soluciones innovadoras en todo el mundo. Su experiencia y pasión por la innovación le han valido el reconocimiento de prestigiosas publicaciones como The Economist, El País, Folha de São Paulo y Newsweek. Federico también ha pronunciado inspiradores discursos y conferencias en tres continentes, ha escrito numerosos artículos académicos y ha compilado varios libros sobre economía.

Fuente: Somos Innovación

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