El Futuro de los Padres que Trabajan

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La economía ha experimentado un turbulencia considerable desde el inicio de la pandemia. Hoy, la inflación está en su nivel más alto desde hace 40 años, las cadenas de suministro están siendo apretadas, y los consumidores están luchando por encontrar los bienes y servicios que necesitan. Mientras tanto, los empleados están desesperados por encontrar trabajadores.

La escasez de trabajadores resulta de una variedad de factores, pero un asunto que hace que sea más difícil para los empleadores encontrar y retener empleados es que las preferencias de los trabajadores acerca del trabajo han cambiado. Específicamente, un cambio bien conocido en la fuerza laboral es que muchos trabajadores están ansiosos de continuar de trabajando manera remota y flexible, como lo han hecho durante los últimos dos años.

De hecho, según una encuesta reciente de Gallup, entre los trabajadores que tienen una ocupación que puede ser desempeñada remotamente, 40 por ciento trabajaron o exclusivamente (8 por ciento) o parcialmente (32 por ciento) de manera remota antes de la pandemia, pero un 91 por ciento de los trabajadores que podían trabajar remotamente prefieren trabajar exclusiva o parcialmente de manera remota después de la pandemia. Esto es probablemente porque los trabajadores ahora han experimentado los beneficios del trabajo remoto: en una encuesta de Pew, entre los trabajadores que recientemente empezaron a trabajar de manera remota, 44 por ciento dijeron que trabajar remotamente hace que sea más fácil hacer su trabajo y cumplir con las fechas límite (mientras que 46 por ciento dicen que es casi igual de fácil hacer su trabajo en casa como en la oficina) y 64 por ciento dijeron que se les hacía más fácil equilibrar su trabajo y vida personal.

Estos beneficios son especialmente importantes para los papás que trabajan; durante años, los papás que trabajan han dicho que el trabajo flexible era crítico para su éxito en el lugar de trabajo y en casa. Por ejemplo, en una encuesta de 2009, 69 por ciento de las mamás altamente calificadas que optaron por salir de la fuerza laboral citaron la flexibilidad en el lugar de trabajo como una razón para abandonar su trabajo, y en una encuesta de 2009 realizada por la Rockefeller Foundation, 51 por ciento de los padres dijeron que horas/horarios más flexibles eran el cambio más importante que les permitiría equilibrar mejor su empleo o empresa, con su matrimonio e hijos.

Luego de trabajar de manera remota durante la pandemia, los padres que trabajan parecen estar más convencidos que nunca de que el trabajo flexible es un beneficio valioso. En una encuesta de McKinsey, los papás que trabajan con hijos jóvenes era más probable que contesten que preferían trabajar principalmente desde la casa comparados con los trabajadores que tenían hijos mayores o los trabajadores que no tenían hijos (Gráfico 1) y en otra encuesta de McKinsey, los papás que trabajan dijeron que las razones más importantes para haber dejado sus trabajos recientemente incluían el equilibrio entre el trabajo y su vida (razón No.4), cuidados de su familia (razón No. 5), y la capacidad de trabajar de manera remota (razón No. 9).

Gráfico 1. Empleados con niños jóvenes es más probable que prefieran trabajar principalmente de manera remota

Fuente: McKinsey y Cia, What Employees are Saying About the Future of Remote Work (2021).

Las preferencias de los padres por el trabajo remoto y flexible parece haber aumentado durante la pandemia: una reciente encuesta del Institute for Family Studies (IFS) y YouGov encontró que más de la mitad de los padres con niños menores de 18 años dijeron que el COVID-19 los ha hecho más proclives a preferir trabajar desde casa, ya sea gran parte del tiempo o parte del tiempo, y de manera interesante, una mayoría de los padres que trabajan pensaron que el arreglo ideal era compartir las responsabilidades de cuidar a los niños entre la pareja y que ambos trabajen con horas flexibles.

Por supuesto, no todo padre que trabaja prefiere el trabajo remoto, y solo alrededor de la mitad de la fuerza laboral estadounidense puede realizar su trabajo de manera remota, incluso de manera parcial. Como sucede con la mayoría de cosas, puede haber desventajas del trabajo remoto —por ejemplo, muchos trabajadores dicen que se sienten menos conectados con sus compañeros de trabajo cuando trabajan de manera remota. Como resultado de esto, las empresas tendrán que trabajar en conjunto con los empleados para determinar el arreglo ideal para los empleados individuales y decidir qué políticas del lugar del trabajo equilibran las preferencias del trabajador con las necesidades de la empresa.

Pero mientras tanto, las políticas que dificultan que los padres que trabajan lo hagan de manera flexible deberían ser revisadas y actualizadas. Hay una variedad de regulaciones que hacen que el trabajo flexible y remoto sea más difícil, y estas deberían ser relajadas o eliminadas.

Por ejemplo, las regulaciones laborales locales que hacen que los lugares de trabajo sean más rígidos para “proteger” a los trabajadores hacen que el empleo sea menos flexible y, por lo tanto, que este sea menos compatible con la vida familiar. Mientras tanto, las regulaciones laborales federales, como la Ley de Estándares Laborales Justos, requieren que los trabajadores sean compensados por horas extra con un pago en lugar de ser compensados mediante un tiempo libre en el futuro también hacen que sea más difícil equilibrar el trabajo con la vida familiar. Estas reglas deberían ser reformadas para acomodar a las familias con las necesidades de un empleo flexible.

Adicionalmente, las regulaciones que limitan los trabajos en la economía colaborativa (‘gig economy’) hacen que el empleo flexible sea más difícil de conseguir para los padres, especialmente considerando que los padres son más proclives que quienes no son padres a aceptar empleos dentro de la economía colaborativa. La administración de Biden ha dicho que está “comprometida con acabar con la práctica abusiva de clasificar mal a los empleados como contratistas independientes, lo cual los priva de protecciones y beneficios críticos”, pero esta es la estrategia equivocada. La administración debería considerar que una mayoría de los trabajadores en la economía colaborativa en una variedad de encuestas prefieren la designación de contratista independiente que hace que el trabajo flexible sea posible y están contentos con el marco regulatorio de su empleo.

Además, las empresas basadas en casa deben ser legalizadas. Actualmente, las prohibiciones por zona restringe muchos tipos de negocios basados en casa, y los permisos y licencias adicionales crean barreras a la iniciativa empresarial. Como ejemplo, la industria artesanal de alimentos despegó durante la pandemia, pero en algunos estados como Rhode Island, las mamás pueden ser clausuradas por vender algo tan benigno como galletas horneadas en casa. Esto es desafortunado porque vender comida en Internet —y trabajar desde casa más generalmente— son oportunidades para los padres que trabajan y equilibran necesidades del cuidado de niños, las familias que equilibran las necesidades del cuidado de personas en la tercera edad, y para los recientes refugiados e inmigrantes.

Las leyes de licencia por ocupación también necesitan ser reformadas para acomodar el empleo flexible. Por ejemplo, ciertos estados requieren que los abogados practiquen a tiempo completo durante cierta cantidad de años consecutivos para poder obtener su licencia, y esto penaliza a los papás que trabajan que desean trabajar a tiempo parcial o tomarse un tiempo libre para equilibrar su familia y su carrera. Estas normas deberían ser reformadas para acomodar a los padres que trabajan y a los trabajadores de todo tipo.

Estas son tan solo una pequeña muestra de las muchas reformas que deberían realizarse para aumentar las oportunidades de trabajo flexible y remoto, y conforme los trabajadores y las empresas están reconsiderando sus expectativas en torno al trabajo, quienes diseñan las políticas públicas deberían reconsiderar las muchas políticas que prohíben los arreglos flexibles y remotos que desean los padres que trabajan.

Si lo que los padres dicen es señal alguna, el trabajo flexible es el futuro. Quienes diseñan las políticas serían sabios si le abren el camino.

 

Fuente: El Cato

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