Los fans de Battlestar Galactica o Blade Runner podrían ser perdonados por pensar que la perspectiva de que los robots suplanten a los humanos es algo que hay que temer. Pero olvídese de la ciencia ficción: la realidad de la actual crisis de la cadena de suministro, causada en gran parte por la escasez de mano de obra, ha demostrado claramente lo vital que es la automatización para nuestra prosperidad colectiva.
Las máquinas no se enferman ni se cansan y el distanciamiento social no es un problema, lo que las convierte en la respuesta perfecta a los problemas logísticos del mundo post-Covid. Sin embargo, en lugar de mejorar esta tecnología, en las últimas décadas nos hemos vuelto cada vez más dependientes de los trabajadores mal pagados de otros países.
Sin embargo, incluso antes de que llegara la pandemia, el suministro de mano de obra barata estaba en peligro a medida que las economías emergentes aumentaban los salarios y el nivel de vida. Cuando llegó Covid y alteró las cadenas de suministro, a algunas empresas les resultó casi imposible seguir subcontratando de esta manera.
Las tareas propias de las operaciones logísticas se prestan especialmente bien a la automatización. En su informe de 2018, El capitalismo en la era de los robots, Adair Turner identificó las tareas físicas predecibles, como la distribución, el almacenamiento y la fabricación. y la recopilación y el procesamiento de datos (como el registro y el trabajo de base de datos que implica el envío y la entrega) como las tareas con mayor potencial de automatización.
Nosotros también estamos preparados para ellas. A diferencia de los que están al otro lado del charco, donde un estudio de Pew Research de 2018 encontró que la mayoría de los trabajadores estadounidenses creen que la automatización tendrá un impacto negativo en el país, en el Reino Unido parecemos mucho más optimistas con una encuesta de Hays de 2019 que encontró que la mayoría de los trabajadores ven la automatización como algo bueno.
Sin embargo, el Reino Unido ha tardado en adoptar estas importantes tecnologías. Según un informe parlamentario de 2019: «El problema para el mercado laboral del Reino Unido y nuestra economía no es que tengamos demasiados robots en el lugar de trabajo, sino que tenemos muy pocos». El temor es que el Reino Unido se quede atrás con respecto a otros países que adoptan el desarrollo y la implementación de la automatización industrial, y ese sentimiento no ha hecho más que aumentar en los últimos dos años.
Por supuesto, hay inconvenientes. La adopción de esta tecnología es costosa, lo que significa que las empresas más grandes llevan ventaja en la instalación de robots y en la automatización de procesos, y el desplazamiento de puestos de trabajo que se produzca tendrá probablemente un impacto desproporcionado en las personas menos cualificadas.
Sin embargo, estos problemas no son exclusivos de esta tecnología en particular, y los beneficios de la automatización serán percibidos por todos. Aunque la pérdida de puestos de trabajo es preocupante, puede superarse, y de hecho se está haciendo, con la educación, la recualificación y la creación de nuevas oportunidades de empleo. En estos momentos, cuando las vacantes de empleo en el Reino Unido alcanzan su máximo histórico, es un problema que parece menos importante.
Tecnologías como la automatización, la IA y la robótica son clave para ofrecer soluciones a largo plazo a la actual crisis de la cadena de suministro. Las empresas ya las utilizan a diario, pero hay que hacer un esfuerzo concertado para acelerar su adopción a fin de mantenerse a la vanguardia, seguir siendo competitivos y garantizar la resistencia frente a futuras crisis.
Si nos hubiéramos hecho amigos de ellos un poco antes, los robots podrían haber aliviado parte del dolor de los dos últimos años; ahora deberíamos compensarlo.
Traducido por el equipo de Somos Innovación
Fuente: CAPX
