Hidrógeno Verde: Una Energía Innovadora para Chile
Autor: Anderson N. Riverol
Coordinación, diseño y edición: José Alberto León
Publicado por: Somos Innovación & Ciudadano Austral
El hidrógeno es un gas incoloro, inodoro y muy reactivo que se halla en todos los componentes de la materia viva y en muchos minerales, siendo además el componente más abundante del universo. Este puede ser aprovechado para ser usado como energía por sus características, y es específicamente Chile uno de los pioneros con un plan a futuro para el hidrógeno, en este caso verde.
Existen tres tipos de hidrógeno: el hidrógeno gris, producido a partir de hidrocarburos como el gas natural, metano u otros gases; el hidrógeno azul, que se obtiene de forma parecida al hidrógeno gris, pero en él se aplican tecnologías de captura y almacenamiento de carbono; el hidrógeno turquesa, que proviene del gas natural tratado mediante un proceso de pirólisis, pero que no está exento de emisiones; y, finalmente, el hidrógeno verde que se obtiene a través de la electrólisis de agua utilizando energía renovable a través de un aparato llamado electrolizador que rompe las moléculas de agua en hidrógeno y en oxígeno y luego a través de otro aparato llamado Celda de combustible, en el que realiza el proceso inverso que hace el electrolizador, obteniendo así el hidrógeno verde.
Este tipo de energía es peculiarmente factible en un país como Chile, tanto por su desarrollo tecnológico como por su situación geográfica, puesto que para la obtención del hidrógeno verde es necesario el desempeño y desarrollo de energías renovables como lo es la energía solar y la energía eólica ya utilizadas en el país. De hecho, el gobierno nacional ha estado abocado, a través de su ministerio de energía para a través de este, producir el combustible más barato del planeta en 2030, estar dentro de los primeros 3 países exportadores de hidrógeno verde para el 2040, y contar con 5GW de capacidad electrólisis para sustituir combustibles como el Diésel, lo que implica doblar la capacidad del país con respecto a la producción de energía solar y eólica para el 2025.
Todo esto para llevar a chile a ser el país líder de este tipo de energía para su uso local, y su implementación en la industria pesada como la minería o en el área de la agricultura, y con esto reducir la huella de carbono como la exportación del hidrógeno verde y sus derivados, como lo son el amoníaco, el metanol y combustibles sintéticos.
El desarrollo de esta innovadora energía, podría significar un impacto económico muy favorable para el país y por supuesto una contribución invaluable para la relación del ser humano con el ambiente, por lo que desde ya se está trabajando en el conglomerado necesario para hacer esto posible, y que se desarrollen las condiciones para el uso y democratización del hidrógeno verde.
