Esta Es la Razón por la que Bitcoin Llegará a Valer un Millón de Dólares

three round gold-colored coins on 100 US dollar banknotes

Bitcoin es una de esas cosas que logran abrir una grieta en el mundo.

Sus partidarios y sus detractores se alinean en equipos bien diferenciados.

Para ponerlo en forma estilizada, los «believers» son aquellos que piensan que Bitcoin es una revolución comparable (o superior), a la aparición de Internet y que va a provocar la reconfiguración total del sistema monetario y financiero mundial.

Si, parece mucho. Pero es de verdad lo que se espera en este campo. Y doy fe porque yo también lo creo. 😉

En el campo de los “haters” se considera a Bitcoin una estafa más o menos elaborada, un esquema piramidal que se aprovecha de la ingenuidad de muchas personas y está destinado a fracasar, sea por la creciente persecución y regulación de los gobiernos o por sus propias limitaciones técnicas (velocidad, escalabilidad, seguridad).

De cero a un millón

Por supuesto, cada uno de estos campos tiene su propia predicción sobre el precio futuro de la criptomoneda madre.

Previsiblemente, para los haters el valor futuro es cero.

Para los believers, por su parte, el valor futuro del Bitcoin tendrá varios dígitos más que el actual. Previsible también.

Pero hay un número que ha comenzado a ser repetido en los últimos meses, casi como un mantra: Bitcoin a un millón de dólares.

Con el precio hoy luchando por superar los 50K hablar de siete cifras suena a locura. Sin embargo, hacia fines de 2020 ya se escuchaban voces que especulaban sobre esta posibilidad.

Al principio lo comenzaron a hacer insiders, como Alex Saunders, director del sitio especializado Nugget News. “Bitcoin puede alcanzar los u$s 100.000 en cinco años y u$s 1 millón en 2035”.

Esto era en noviembre de 2020, cuando el precio estaba en alrededor de 18.000 USD.

Cuatro días antes se había publicado la predicción de un ejecutivo de Citibank, un poco más modesta, que situaba el valor en 300.000 USD… para fines de 2021.

Lo interesante es que el artículo comienza diciendo: “En el marco de la burbuja Bitcoin que se vive actualmente…”.

La “burbuja” todavía no había llegado a los 20.000 USD. Hoy se lamentan porque no puede pasar los 50.000.

Gente como el ex ejecutivo de Goldman Sachs y fundador de Real Vision Paoul Pal, vaticinaba también un valor de un millón sin pestañear. Ponía como fecha “en los próximos cinco años”.

Y esto era a mediados de octubre del año pasado, con BTC ¡por debajo de los 10.000 USD!.

Pal hacía referencia a su conocimiento directo de fondos institucionales que estaban entrando y, sin mayores modelizaciones matemáticas (que haya comentado, al menos), expresaba su feeling alcista y super optimista.

No es que esté mal lo que hace, información tiene y de sobra, pero hay quiénes han hecho cálculos más formales y llegan a las mismas conclusiones.

Cathie Wood, directora del fondo especializado en inversiones ARK Invest (del que hablé aquí), es otra de las personas que cree que Bitcoin puede llegar a 1 millón de dólares de valor.

En realidad, aunque no lo dijo directamente es lo que se concluye si uno sigue la lógica de sus razonamientos.

En una larga entrevista con Kiril Sokoloff explicó qué números son los que justifican su expectativa alcista.

La idea es la siguiente: el valor de Bitcoin, cuando sabemos que habrá una oferta fija en un futuro próximo (no se emitirán más de 21 millones de BTC y ya estamos en 19 millones), dependerá exclusivamente de su demanda.

Es decir de cuántas personas querrán tener Bitcoins.

Dado que Bitcoin es principalmente una reserva de valor, los candidatos naturales para tener interés en invertir en él son los fondos institucionales (es decir los que manejan los fondos de universidades, pensiones y otros inversores relativamente conservadores) y los fondos soberanos (aquellos que controlan los gobiernos).

Estos fondos suelen buscar una combinación de seguridad y una rentabilidad razonable. La pregunta es: dado ese objetivo ¿qué porcentaje de su cartera destinarían a BTC?

ARK hizo un estudio global con una serie de simulaciones de Montecarlo, un método estadístico utilizado para generar escenarios alternativos a partir de variables aleatorias.

En esas simulaciones buscaron cuál sería el porcentaje de cartera óptimo si los fondos buscasen un nivel razonable de riesgo y el número que encontraron fue 6,5%.

El supuesto fue que los fondos intentarían optimizar el ratio de Sharpe, un indicador que relaciona el riesgo de un activo con su rentabilidad y es muy utilizado por los inversores para ajustar sus carteras.

Ahora bien, si los fondos institucionales dedicaran, en promedio, 6,5% del dinero que manejan a invertir en BTC eso significaría agregar 500.000 USD al valor de Bitcoin.

Es decir que su precio aumentaría 500K, sobre el valor que ya tiene.

Bastante impresionante. Sin embargo, eso no agota la posibilidades de incremento del precio.

En pleno boom de la cotización de BTC a comienzos de año se vio como muchas empresas pasaban parte de sus reservas operativas a BTC.

Tesla, Square y Microstrategy fueron probablemente tres de los casos con mayor exposición.

El segundo cálculo que hizo entonces el equipo de ARK fue estimar cuánto subiría el precio si las compañías dedicaran un 10% de sus reservas de efectivo a BTC.

La respuesta fue que eso incrementaría el precio en 400.000 USD adicionales. Eso nos llevaría, con el precio actual, a unos 950.000 USD.

Asi llegamos (casi) al millón.

Obviamente que esto es una proyección y no una certeza.

El escenario requiere que efectivamente los fondos institucionales y las empresas actúen de la manera que se supone en el modelo, aunque las estimaciones parecen razonables e incluso basadas en el comportamiento reciente de actores que podríamos considerar la “vanguardia” del resto de la industria.

La montaña rusa de BTC

Un último apunte sobre las variaciones de precio.

Bitcoin llegó a perder, entre el pico de mediados de abril y la caída que comenzó a partir de ese momento, un 50% de su valor.

Esa caída se debió, en parte, a las declaraciones de Elon Musk de que Tesla iba a dejar de aceptar Bitcoin como medio de pago.

Al contrario, su anuncio anterior de que incorporaba la cripto como forma de compra había acelerado la subida previa.

Eso lo transformó en “el malo” para la comunidad de BTC. Sin embargo, su posición se encuentra en el grupo de los que apoya a BTC, pero tienen algunas dudas sobre sus impactos.

Es que, en realidad, no hay dos sino tres grupos en cuanto a las posiciones con respecto a BTC.

Los escépticos y los fans, pero que se dividen a su vez en dos.

El primer subgrupo apoya con entusiasmo a Bitcoin y cree, como Cathie o Raoul, que es la capa monetaria que le faltaba a Internet (una tecnología que no fue pensada para el comercio, pero que necesitaba evolucionar para soportar esa actividad con herramientas nativas).

El segundo subgrupo apoya Bitcoin y cree en su potencial a largo plazo, especialmente como reserva de valor, pero tiene sus dudas acerca de su impacto ambiental.

Bitcoin requiere para ser operado de un uso elevado de energía eléctrica por parte de las computadoras de la red.

Esto creó en su momento un gran debate y mucha controversia. Saltaron chispas en todas direcciones y hasta acusaciones a Musk de ser un “topo” de los enemigos de Bitcoin.

La verdad es que es posible que Musk haya reconsiderado su apoyo a BTC simplemente porque el dueño de un tercio de las acciones de Tesla es Black Rock, un fondo dirigido por Larry Fink, quien tiene un compromiso directo y explícito con la agenda del cambio climático.

En cualquier caso, en un panel reciente que compartió con Jack Dorsey (CEO de Twitter y Square) como parte de la serie The B Word, el sudafricano aclaró que tanto Tesla como Space X (su otra empresa) y el personalmente, tienen en sus carteras de inversión Bitcoin y no piensan desprenderse de ellas.

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Aún más, aseguró que Tesla volverá en algún momento a aceptar BTC como medio de pago, algo que prometió para cuando las energías renovables representen al menos el 50% de la energía utilizada para mantener Bitcoin funcionando, una meta que ve que se está acercando.

El tono y las perspectivas que manejaban los tres da a entender claramente que el problema parece estar en vías de superarse.

¿A qué viene todo esto?

Aunque sean sólo saltos en el camino de una tendencia alcista de largo plazo, incluso este tipo de debates van camino a ser superados.

La “amenaza ambiental” hacia Bitcoin, si fue en algún momento un obstáculo al crecimiento de su valor y a su adopción, parece que dejará de tener importancia a corto o mediano plazo.

¿Y qué gran desafío queda por delante entonces?

Posiblemente la amenaza de las autoridades reguladoras, los gobiernos en todo el mundo que miran cuanto menos de reojo a Blockchain y a la posibilidad de que exista dinero libre e independiente del Estado.

No digo que sea una amenaza menor, pero quizás sea el último obstáculo en la ruta hacia el millón.

 

Fuente: Econamics

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