Héroes del Progreso, Parte 11: Maurice Hilleman

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Hoy presentamos la onceava edición de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org, titulados “Héroes del Progreso”. Esta columna provee una introducción breve a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. Puede encontrar la décima parte de esta serie aquí.

Nuestro onceavo Héroe del Progreso es Maurice Hilleman, un microbiólogo estadounidense que desarrolló más de 40 vacunas que salvan vidas. De las catorce vacunas recomendadas en los calendarios actuales de vacunación, Hilleman desarrolló ocho. A Hilleman se le atribuye salvar más vidas que cualquier otro médico científico del siglo XX.

Hilleman nació el 30 de agosto de 1919 en Montana. Su mamá murió dos días después de su nacimiento. Luego de la muerte de su madre, su padre se enfrentó a la responsabilidad de cuidar de ocho niños por sí solo. Considerando esto, sus tíos, quienes no tenían hijos, acordaron cuidar de Maurice en su granja de pollos, que quedaba cerca. Hilleman atribuye mucho de su éxito posterior a su trabajo en la granja cuando era un niño —desde la década de 1930, los huevos de pollo eran utilizados para criar viruses para las vacunas.

Debido a la falta de fondos, Hilleman casi no llegó a la universidad. Afortunadamente, su hermano mayor intervino y le prestó el dinero para pagar la pensión universitaria. Hilleman se graduó primero en su clase de la Universidad Estatal de Montana en 1941 y ganó una beca para cursar estudios de posgrado en microbiología en la Universidad de Chicago. Recibió su título doctoral en 1944.

Luego de graduarse, Hilleman empezó a trabajar en el laboratorio de viruses E R Squib & Sons, basado en Nueva Jersey. Poco después de que empezó a trabajar en el laboratorio, Hilleman desarrolló exitosamente una vacuna en contra de la encefalitis japonesa B. Esta infección, que es nativa a Asia y el Pacífico Oeste, había empezado a esparcirse entre los soldados estadounidenses, quienes estaban luchando en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1948, Hilleman empezó a trabajar como Director del Departamento de Enfermedades Respiratorias en el Centro Médico de las Fuerzas Armadas en Silver Spring, Maryland. En 1957, Hilleman descubrió las primeras señales de una inminente pandemia de influenza que se estaba esparciendo en Hong Kong. Hilleman y sus colegas se apuraron para producir una vacuna y superviso la producción de más de 40 millones de vacunas que luego fueron inmediatamente distribuidas alrededor de EE.UU. Aunque 69.000 estadounidenses murieron luego de ser infectados con el virus, si no fuera por los esfuerzos de Hilleman, la pandemia hubiera podido causar millones de muertes. Como un reconocimiento de su trabajo, las fuerzas armadas estadounidenses le otorgaron a Hilleman la Medalla de Servicio Distinguido.

En 1963, mientras trabajaba en Merck & Co. (una de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo), la hija de Hilleman, Jeryl Lynn, se enfermó de paperas. Hilleman rápidamente manejó a su laboratorio para recoger los implementos necesarios para poder cultivar materiales a partir de la infección de su hija.

En 1967, la muestra original tomada de la garganta de Jeryl Lynn se volvió la base de la vacuna contra la paperas recientemente aprobada. Llegó a ser conocida como “la cepa Jeryl Lynn”. Hilleman luego combinó su vacuna contra la paperas con las vacunas contra el sarampión y la rubeola —las cuales él también había desarrollado— para crear la vacuna MMR.

Además de las vacunas mencionadas anteriormente, Hilleman también desarrolló las vacunas contra la hepatitis A, la hepatitis B, la varicela, la meningitis, la neumonía y la influenza Hemophilus tipo B. También contribuyó a descubrir los adenovirus que producen resfrío, los virus de hepatitis y el virus SV40 que causa cáncer.

En 1984, a la edad obligatoria de jubilación de 65 años, Hilleman renunció como Vice Presidente Titular de los Laboratorios de Investigación de Merck. No satisfecho con su jubilación, empezó a dirigir el nuevo Merck Institute for Vaccinology hasta su muerte en 2005, cuando tenía 85 años.

A lo largo de su vida, Hilleman recibió una serie de premios, incluyendo la Medalla Nacional de Ciencias (el honor científico más importante en EE.UU.), y premio por hazaña de vida de la Organización Mundial de Salud. Hilleman es muchas veces descrito como el vaccinólogo más exitoso en la historia y es por esta razón que Maurice Hilleman es nuestro onceavo Héroe del Progreso.

 

Fuente: El Cato

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