Héroes del Progreso, Parte 24: Banting and Best

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Hoy presentamos la edición No. 24 de una serie de artículos publicados por HumanProgress.org titulada «Héroes del Progreso«. Esta columna provee una breve introducción a los héroes que han realizado una contribución extraordinaria al bienestar de la humanidad. Puede encontrar la parte No. 23 de la serie aquí.

Esta semana nuestros héroes son Frederick Banting y Charles Best, los dos científicos que crearon el primer tratamiento efectivo para la diabetes al extraer de manera exitosa la hormona de la insulina del páncreas. Gracias al trabajo de Banting y Best, millones de diabéticos ahora pueden tener vidas largas y sanas en lugar de enfrentarse a una muerte temprana y dolorosa.

La diabetes es una enfermedad que provoca que el nivel de azúcar en la sangre de una persona se vuelva demasiado alto. Sus síntomas incluyen una sed excesiva, náusea, fatiga, orina azucarada y pérdida de peso. Si no se trata, la diabetes puede derivar en complicaciones que incluyen derrame cerebral, falla renal, ataque cardiaco y daños a los nervios. La diabetes ha afligido a la humanidad por miles de años, pero incluso hasta hace un siglo no había tratamientos efectivos. Aquí entran en nuestra historia Frederick Banting y Charles Best.

Frederick Banting nació el 14 de noviembre de 1891 en la hacienda de su familia en Alliston, Ontario. En 1912, Banting empezó a estudiar medicina en Victoria College, una facultad de la Universidad de Toronto. Luego se inscribió en las fuerzas armadas de Canadá en 1915 y luego ese mismo año se graduó. En 1918 fue herido en la Batalla de Cambrai y en 1919 recibió la Cruz Militar por el heroísmo bajo ataque.

Después de la guerra, Banting volvió a Canadá y estudió medicina ortopédica. Entre 1919 y 1920, fue Cirujano Residente en el Hospital para Niños Enfermos en Toronto y en 1921 empezó a dar clases de farmacología en la Universidad de Toronto. Durante este tiempo, Banting se interesó en la diabetes.

Antes de la década de 1920, se sabía que la diabetes resultaba de una escasez de la hormona llamada insulina, que se fabrica en el páncreas. La gente creía que la falta de insulina conducía a un aumento en el azúcar en la sangre.

Desafortunadamente, los intentos previos de extraer insulina del páncreas fracasaron porque la tripsina, la encima digestiva del páncreas, rompería la insulina pura antes de que esta podría ser extraída. Banting tenía que encontrar una forma de extraer la insulina del páncreas antes de que esta fuera destruida por la encima digestiva del mismo páncreas.

Banting leyó acerca de un experimento de 1920 realizado por Moses Barron, un científico ruso-estadounidense que cerró el ducto pancreático y encontró que las células que generaban tripsina, la encima digestiva, se deterioraban, pero las células en el páncreas que son responsables de producir y liberar la insulina permanecían intactas. Esto llevó a Banting a suponer que si el ducto pancreático se cerraba y se morían las células que producían tripsina morían, la insulina podría ser extraída del páncreas y suministrada a los diabéticos.

En la primavera de 1921, Banting visitó a J. J. R. Macleod, un profesor de fisiología en la Universidad de Toronto, para discutir su teoría. Luego de una larga discusión Macleod acordó darle a Banting espacio para un laboratorio y diez perros para experimentar. Macleod designó a Charles Best como asistente de Banting.

Charles Best nació en West Pembroke, Maine el 27 de febrero de 1899. En 1915, Best empezó a estudiar fisiología y bioquímica en la Universidad de Toronto. Se inscribió en las fuerzas armadas en 1918 y, luego de la guerra, terminó sus estudios y obtuvo su título en 1921. Ese mismo año, empezó a estudiar en la escuela de medicina de la Universidad de Toronto.

Banting y Best empezaron a trabajar juntos y tuvieron éxito rápidamente aislando la insulina de los páncreas de los perros de experimentación. Luego de inyectarle insulina a los perros cuyo páncreas había sido removido, descubrieron que los perros que estaban sufriendo de la diabetes artificialmente inducida se recuperaron rápidamente.

La insulina animal es segura para el consumo humano, y Banting y Best empezaron a tomar insulina de los páncreas más grandes de las vacas. Sin embargo, se toparon con problemas refinando la solución de insulina y Macleod contrató a James Collip, un profesor de bioquímica de la Universidad de Alberta, para trabajar en la purificación de la insulina.

En enero de 1922, Banting y Best administraron la insulina purificada al primer paciente en la historia, Leonard Thompson, un diabético de 14 años que estaba cerca de la muerte. La insulina de Best y Banting resultó ser un éxito y Thompson recuperó su salud. El uso de la insulina para tratar la diabetes rápidamente se esparció alrededor del mundo.

Banting recibió su doctorado en medicina en 1922 y en 1923, Banting y Macleod recibieron juntos el Premio Nobel en Fisiología o Medicina. Banting no estaba contento que Macleod quien, según Banting, había contribuido nada más que los recursos, recibió el premio. Como resultado de esto, Banting dividió el dinero de su premio con Best. Macleod dividió su premio de igual forma con Collip.

En 1923, Banting fue electo director del nuevo Departamento Banting y Best para Investigaciones Médicas, el cual fue financiado por la Legislatura de la Provincia de Ontario. Sus investigaciones se enfocaron en silicosis y cáncer. En 1925, Best recibió su doctorado y en 1929, reemplazó a Macleod como profesor de fisiología en la Universidad de Toronto.

En 1938, Banting empezó a trabajar para la Royal Canadian Air Force, investigando los problemas fisiológicos sufridos por los pilotos que volaban aeronaves de altitud elevada. El 21 de febrero de 1941, Banting murió de heridas producto de un accidente aéreo. Luego de la muerte de Banting, Best lo reemplazó como Director del Departamento Banting y Best para Investigaciones Médicas. Best pasó gran parte de su carrera estudiando el metabolismo de los carbohidratos, se retiró en 1965 y eventualmente murió el 31 de marzo de 1978.

Banting y Best recibieron numerosos premios y títulos honorarios a lo largo de sus vidas. Ambos hombres fueron miembros de numerosas academias médicas. En 1994 fueron inducidos al Salón de la Fama de Médicos Canadienses. En 2004, ambos fueron ingresados al Salón de la Fama de Inventores Nacionales.

Gracias al trabajo de Frederick Banting y Charles Best, la diabetes pasó de ser una condición sin tratamiento que había matado a incontables millones de personas a lo largo de miles de años a ser una enfermedad que puede ser tratada fácilmente, permitiéndoles a los diabéticos llevar vidas normales y saludables. Por estas razones, Frederick Banting y Charles Best son nuestros Héroes del Progreso No. 24.

 

Fuente: El Cato

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