¿Puede Arabia Saudita Desafiar el Dominio Futbolístico Europeo?

El panorama futbolístico ha sufrido una profunda transformación. Donde una vez los gigantes europeos estuvieron sin rival, emerge la Saudi Pro League (SPL), posicionándose como un imán para la élite futbolística mundial. Esto podría no sólo significar un cambio en la jerarquía, sino una lección magistral en la marca nacional y el uso táctico de los deportes.

Nombres como Cristiano Ronaldo, Neymar, Karim Benzema y N’Golo Kanté se han sentido atraídos por el encanto de la SPL. Esta liga, anteriormente eclipsada, ascendió a la prominencia después de una decisiva acción en junio. El Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita (PIF) inició su Proyecto de Inversión y Privatización de Clubes Deportivos, permitiendo que equipos importantes como Al Ittihad, Al Ahli, Al Nassr y Al Hilal pasaran de la supervisión ministerial a establecimientos liderados por empresas. La propiedad estratégica del PIF —con el 75 por ciento en manos del PIF y el resto en fundaciones sin fines de lucro— asegura una significativa entrada de dinero y arraiga firmemente estos clubes en los objetivos de desarrollo más amplios del país. Este cambio crucial abrió puertas para nuevas inversiones y patrocinios, anunciando quizás una era donde el fútbol florezca más allá de las fronteras europeas.

Esta incursión en el fútbol es emblemática del enfoque saudita hacia la marca nacional. Las naciones globalmente han reconocido los deportes como una herramienta potente para moldear percepciones globales. Con la visión de que la SPL se convierta en la «mejor liga entre las diez principales del mundo, técnica, comercial, financiera y mediáticamente», Arabia Saudita se esfuerza por redefinir su imagen global, destacando su impulso progresivo y reafirmando su posición en el escenario mundial.

El fútbol europeo ha sufrido recientemente una serie de reveses que han herido su ego. Primero, persiste el recuerdo del ex entrenador de España, Luis Enrique, desestimando imprudentemente a los equipos no europeos, una arrogancia que fue rápidamente correspondida con sorprendentes derrotas de España ante equipos no europeos, incluidos Japón y Marruecos, en la Copa del Mundo de Catar. Luego, está el episodio relacionado con el francés Kylian Mbappé, quien, tras menospreciar el talento de los equipos sudamericanos, vio cómo su equipo sufría una derrota contra Argentina en la final de la Copa del Mundo.

Agregando a las preocupaciones de Europa está el reciente intento de la Premier League de poner un tope a los salarios. Con la SPL atrayendo a estrellas globales con atractivos acuerdos, las ligas europeas encontrarán cada vez más difícil imponer límites financieros sin poner en peligro su estatus superior.

Casualmente, mientras Europa reevalúa su identidad futbolística, ¿será la Superliga Europea una opción? Solo el tiempo lo dirá.

En este escenario en evolución, la aventura de Arabia Saudita significa más que deportes: se trata de visión y marca nacional. El fútbol global ya no es solo un juego, sino un teatro de innovación y disrupción.

* Federico N. Fernández es un líder visionario dedicado a impulsar la innovación y el cambio. Como Director Ejecutivo de Somos Innovación, una red global de más de 30 think-tanks, fundaciones y ONGs, Federico defiende soluciones innovadoras en todo el mundo. Su experiencia y pasión por la innovación le han valido el reconocimiento de prestigiosas publicaciones como The Economist, El País, Folha de São Paulo y Newsweek. Federico también ha pronunciado inspiradores discursos y conferencias en tres continentes, ha escrito numerosos artículos académicos y ha compilado varios libros sobre economía.

Fuente: Somos Innovación

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