Los vendedores, los fabricantes e incluso los medios de comunicación han seguido como nunca antes todo lo relacionado con la logística. La cobertura de los asuntos relacionados con la cadena de suministro prácticamente se duplicó en 2020, y los mensajes de los medios de comunicación para 2021 se dispararon hacia finales de año, refiriéndose tanto a los cuellos de botella como a los retrasos que crearon una crisis en la cadena de suministro que dificultó las compras navideñas.
El hashtag #emptyshelvesJoe fue tendencia en Twitter mientras Amazon, Target y Walmart lanzaban las ofertas navideñas antes de tiempo para reducir los retrasos que se avecinaban.
Ahora, a principios de 2022, parece que las preocupaciones aumentan a medida que surgen nuevos problemas y nuevas presiones políticas. Las empresas se están dando cuenta, ahora más que nunca, de lo dependientes que son de los suministros y los envíos, además de las ventas.
En 2020 y 2021, el concepto de inventario «just-in-case» sustituyó a la mentalidad «just-in-time», que era popular antes de la pandemia. El inventario just-in-time tenía como objetivo limitar los costes de mantenimiento, mientras que los enfoques justo a tiempo promueven la acumulación de existencias para garantizar el acceso futuro a los suministros básicos. Sin embargo, para 2022 y más allá, el enfoque debería ser quizás «justo porque sí», es decir, que los integrantes de la cadena de suministro hagan lo que puedan, cuando puedan, para quien puedan y por los medios que puedan. He aquí algunos ejemplos para ilustrar este punto.
Hacer lo que se pueda.
El valor final de un producto nunca debe depender de una fuente externa. Y para aquellas organizaciones que dependen de recursos y redes fuera de su control, puede valer la pena integrarse verticalmente. Cuando los productores asumen la propiedad de la cadena de suministro a través de la integración vertical, convirtiéndose en sus propios proveedores y distribuidores, asumen un costo importante al principio y puede ser necesario un mayor control sobre la cadena para garantizar la rentabilidad futura. Esta es la razón por la que Walmart contrata sus propios barcos y por la que Amazon contrata sus propios conductores (y mucho más).
La integración y la búsqueda del desarrollo de infraestructuras forma parte de la historia de Estados Unidos en lo que respecta a los modelos de crecimiento empresarial. Henry Ford puso esta mentalidad en el mapa cuando compró acres de forestaciones, millas de ferrocarril, flotas de carga, plantaciones de caucho y más. «De la mina al coche terminado; una sola organización» era un lema ambicioso, y el sector del transporte en realidad ayuda a demostrar el siguiente punto…
Cuando se pueda.
La demanda de transportistas de carga aérea atrajo los servicios de American y United Airlines, ya que los cierres de Covid-19 y las variantes posteriores dejaron a la gente en tierra (y a veces varada). El transporte de productos en lugar de pasajeros ha demostrado ser rentable y, mientras el mundo espera un repunte de los viajes y el turismo, se están probando entretanto toda una serie de técnicas innovadoras.
Aprovechar las economías de alcance, cuando una empresa reparte sus costes fijos entre diversos métodos de producción u operaciones, puede mejorar la agilidad organizativa y ofrecer soluciones creativas para nuevos clientes. Por eso McDonald’s pone algo más que papas fritas en sus freidoras y por eso Dyson utiliza su tecnología tanto para ventiladores como para aspiradoras. Al diversificar las opciones y los productos, una empresa puede aumentar su cuota de mercado y acceder a nuevos segmentos, lo que se relaciona con el siguiente punto…
Para quien pueda.
Cuando se interrumpe la producción o el envío de una determinada oferta, las organizaciones deben estudiar cómo se pueden reutilizar las operaciones y el inventario existente o reempaquetarlo para un nuevo público. Como es probable que otras organizaciones se enfrenten a la escasez de suministros, lo mejor es explorar todas las opciones para saber quién puede beneficiarse de lo que usted tiene. Por ejemplo, si la escasez de frascos de vidrio dificulta el envasado de salsa para fideos (como se destacó en una entrevista de NPR), tal vez esa salsa podría venderse en cantidades mayoristas a restaurantes de la zona o a empresas que ofrecen servicios de suscripción de kits de comida preparada.
Antes de la pandemia, los cambios en la oferta de productos podría haber creado una ruptura entre los productores y los minoristas con relaciones y contratos existentes. Sin embargo, hoy en día la mayoría entiende que estos movimientos no son oportunistas, sino más bien realistas debido a la limitación de recursos. Además, dado que el mercado está intrínsecamente vinculado, el éxito de una industria relacionada o de apoyo puede ayudar a otros sectores a mantenerse a flote; y como dice el refrán, «una marea creciente levanta todos los barcos», por lo que es mejor mantenerse en el agua si se puede.
Por todos los medios posibles.
Ahora bien, no todas las empresas tienen la capacidad de realizar ajustes rápidos o instituir nuevos procesos, como Walmart, pero hay que probar nuevas tácticas para ayudar a reducir las rupturas de existencias y atender a los consumidores conscientes de los costes (especialmente teniendo en cuenta las crecientes tasas de inflación de los precios al consumo). De hecho, las actividades de producción y operación que antes se daban por descontadas se han convertido en una de las principales preocupaciones, ya que la escasez de mano de obra agrava las interrupciones de stock y los retrasos aumentan los gastos de sobrestadía, lo que hace que la creatividad y la planificación de contingencias sean cruciales tanto para los proveedores como para los productores.
Y aunque a algunos les preocupe que las grandes empresas salgan ganando al final (dada la capacidad de lidiar con mayores niveles de incertidumbre o la capacidad de establecer sus propias redes de cadena de suministro para aumentar los niveles de inventario), es importante recordar que sus nuevos métodos, y sus gastos financieros destinados a buscar nuevas ideas y procesos, pueden ser aprovechados. Realmente, el éxito de las grandes organizaciones puede tener un impacto positivo en las pequeñas empresas. Por ejemplo, Walmart vende ahora su software de comercio electrónico a los pequeños minoristas que quieren aprovechar ese ámbito de experiencia y que no pueden desarrollar esos sistemas internamente. Además, varias pequeñas empresas han tenido éxito utilizando Amazon como un canal de ventas añadido, así como un medio para obtener los suministros necesarios.
Al final, lo que es obvio es que un enfoque único no funcionará: no funciona para el marketing, no funciona para la gestión, no funciona para las industrias y la mitigación de riesgos, y ciertamente no funciona para la gestión de la cadena de suministro.
Es necesario un cambio en el statu quo y, aunque la lucha es real en este momento, las dificultades que se están afrontando impulsarán la exploración de procesos mejorados con mayor flexibilidad, lo que finalmente conducirá a un mejor servicio y más oportunidades.
Pero hasta que se pongan en marcha esas actualizaciones e innovaciones, el mundo empresarial debe (en palabras de Murray Rothbard) determinar la mejor manera de «aliviar la escasez de los escasos factores de producción» mientras se elaboran nuevas recetas «para producir los bienes deseados». Sin duda, el factor de producción más importante en estos momentos es la aplicación e integración del conocimiento.
Fuente: American Institute for Economic Research
