El “Plan Nacional Sobre Drogas” dependiente del Ministerio de Sanidad español este fin de semana una encuesta en su cuenta de Twitter consultando si el cigarrillo electrónico es una ayuda para dejar de fumar. De las 710 personas que votaron, 54.4 por ciento votaron afirmativamente, 38.6 de manera negativa, mientras que 6.9 no sabe qué pensar al respecto.
Más allá de los resultados, una encuesta en redes sociales no parece ser la metodología adecuada para resolver una cuestión tan importante.
Sobre todo cuando las pruebas científicas más actualizadas también demuestran que los Productos de Nicotina Sin Combustión (PNSC) son el método más eficaz para abandonar el tabaco de combustión y evitar casi todos los daños para la salud relacionados con el tabaquismo. Ello porque:
- La actualización de las investigaciones del grupo Cochrane de Adicción al Tabaco, publicada el 17/11/2022, encuentra “evidencia de certeza alta” de que los cigarrillos electrónicos son más efectivos para dejar de fumar que los parches y chicles de nicotina.
- Numerosos estudios, artículos, informes y meta-análisis coinciden en que los PNSC son entre un 95 y un 98 por ciento más seguros que el tabaco consumido de forma tradicional por combustión.
Sería muy peligroso para los actuales fumadores españoles que juegos en redes sociales los priven de alternativas como el vapeo, que resultan mucho más seguras que el cigarrillo tradicional y ofrecen resultados como terapia de cesación tabáquica superiores a cualquier alternativa farmacéutica. “La evidencia advierte contra las medidas prohibicionistas. Restringir el acceso y el atractivo entre los productos de vapeo… no protege la salud pública”, explica un paper publicado en el prestigioso journal científico Science, “sino que amenaza con descarrilar una tendencia que de continuar podría acelerar la desaparición de los cigarrillos, al punto de salvar 1.000 millones de vidas en este siglo”.
Políticas efectivas anti-tabaquismo
Por todo esto, las políticas de salud pública deberían considerar seriamente Productos de Nicotina Sin Combustión como el vapeo, las bolsas de nicotina, el snus y el tabaco calentado.
En este sentido, el recientemente lanzado “Índice Global de Políticas Efectivas Anti-Tabaquismo”, publicado por la red internacional Somos Innovación, analiza las políticas públicas para erradicar el tabaquismo en 59 países, evaluándolas en 10 categorías objetivas como el marco regulatorio de los PNSC, prohibición, exhibición, empaquetado e impuestos, entre otras.
Los países que lideran el índice son Suiza, el Reino Unido y Nueva Zelanda. El primero cuenta con un marco legal para todas las PNSC, mientras que las autoridades sanitarias nacionales del Reino Unido y Nueva Zelanda promueven el vapeo como terapia para dejar de fumar.
Países latinoamericanos como Chile, México, Brasil, Argentina y Uruguay se encuentran entre los diez últimos debido a una combinación de prohibiciones y a la posición de sus autoridades sanitarias nacionales, que siguen siendo hostiles a los PNSC como herramientas contra el tabaquismo.
Sin embargo, el caso negativo más marcado es el de Australia, donde todos los productos están prohibidos, situándose en la última posición del índice.
España en la encrucijada
España muestra actualmente un buen desempeño, ocupando el puesto séptimo a nivel global y sexto en Europa. El país ibérico presenta un acceso relativamente abierto a los PNSC, con la excepción del snus que está prohibido debido a las regulaciones de la Unión Europea.
Sin embargo, sus autoridades de salud pública aún profesan un anacrónico e infundado desaliento de los productos de nicotina más seguros. Los Productos de Vapeo cuentan con un límite de nicotina de 20mg/ml (por regulación de la Unión Europea) y existen limitaciones a su venta en determinados lugares públicos. Deben también incluir advertencias textuales en su envoltorio. Resultan preocupantes los planes para equipararlos al tabaco de combustión y las periódicas declaraciones no respaldadas por la evidencia científica que limitan su potencial como herramienta para que los fumadores abandonen los cigarrillos. En el caso de los Productos de Tabaco Calentado también se registran iniciativas regulatorias para igualarlos con el cigarrillo tradicional.
Una cuestión candente en Europa
Este año, la Comisión Europea lanzó una convocatoria que pedía opiniones sobre su Directiva de Productos del Tabaco (TPD, por sus siglas en inglés), que regula los productos del tabaco tradicionales y los PNSC. La iniciativa reunió la asombrosa cifra de 24.359 respuestas en menos de un mes. La actual directiva de la UE ya impone límites y restricciones que dificultan la eficacia de los PNSC como herramientas para dejar de fumar.
El índice sostiene que Europa necesita avanzar en la definición de un marco normativo específico para las bolsitas de nicotina, la legalización del snus y la mejora de la fiscalidad y las recomendaciones sanitarias sobre todas los PNSC. El documento de 240 páginas ofrece recomendaciones a las autoridades para que adopten políticas públicas que reduzcan y minimicen eficazmente los daños del tabaco y proporcionen información a los ciudadanos. Para ello, el índice sugiere que se permita la venta al por menor tanto física como online, que se promueva el uso de los PNSC como política activa para limitar el consumo de tabaco de combustión y que se comuniquen los daños absolutos y relativos del vapeo o consumo de nicotina en cualquiera de sus formas para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas.
En conclusión, España y Europa necesitan garantizar un marco regulatorio inteligente y abierto a la innovación que incorpore los costes y beneficios de las políticas basadas en pruebas desde una perspectiva práctica. Sus autoridades deben comprender que las intervenciones pueden tener consecuencias no deseadas, que las elevadas barreras burocráticas y fiscales anulan las transformaciones futuras positivas y que las prohibiciones más extremas suelen crear mercados negros con graves consecuencias.
* Federico N. Fernández es Director Ejecutivo de Somos Innovación (la alianza latinoamericana en favor de la creatividad y la innovación) y CEO de We Are Innovation (la organización hermana de Somos Innovación para Europa). Federico es también Presidente de la Fundación Internacional Bases (Rosario, Argentina) y del Comité Organizador del Congreso Internacional “La Escuela Austríaca de Economía en el Siglo XXI”, que se realiza en Europa y América Latina alternativamente.
Fuente: Somos Innovación
