Un giro nuevo y extraño es la idea de que el planeta se beneficiaría de tener menos gente (para consumir menos recursos) es que el planeta también se beneficiaría de tener gente más baja (de nuevo, para consumir menos recursos). La propuesta de reducir la población, ya sea en términos de su tamaño total o de su estatura promedio, parece estar en boga. Un artículo de opinión en el New York Times argumenta:
“Las personas bajas no solo ahorran recursos; a medida que los recursos se vuelven más escasos debido a la superpoblación y el calentamiento global, también pueden ser más adecuados para la supervivencia a largo plazo … Cuando te relacionas con personas más bajas, estas potencialmente salvando el planeta al reducir las necesidades de las generaciones posteriores. Reducir la altura mínima para posibles socios en su perfil de citas es un paso hacia un planeta más verde.
Este artículo de opinión de la periodista Mara Altman asume que la escasez de recursos es una amenaza urgente en nuestra economía moderna y globalizada y que un menor consumo de recursos es la solución. Con ese fin, sugiere que los seres humanos intentan reducir la estatura promedio de su especie y, por lo tanto, sus necesidades de consumo y que lo logran a través de la discriminación romántica contra los altos (específicamente, los hombres altos).
El extraño argumento me recordó una cita antigua pero excelente de la historiadora económica Deirdre McCloskey (énfasis añadido):
“Los ricos se hicieron más ricos, es cierto. Pero los pobres tienen calefacción de gas, automóviles, vacunas contra la viruela, plomería interior, viajes baratos, derechos para las mujeres, baja mortalidad infantil, nutrición adecuada, cuerpos más altos, esperanza de vida duplicada, educación para sus hijos, periódicos, un voto, una oportunidad en la universidad y respeto”.
Uno de los resultados de la mejora de la nutrición y la salud que acompañó al Gran Enriquecimiento –la transformación dramática, sin precedentes y en curso de los niveles de vida mundiales– ha sido que las personas se han vuelto más altas que en el pasado. Por ejemplo, la investigación sugiere que la estatura promedio de los holandeses se ha disparado en los últimos 160 años en al menos 30 centímetros (alrededor de 8 pulgadas), lo que los convierte en los más altos del planeta. “Los holandeses se han vuelto mucho más altos en tan poco tiempo que los científicos atribuyen la mayor parte a su entorno cambiante. A medida que Holanda se desarrollaba, se convirtió en uno de los mayores productores y consumidores de queso y leche del mundo”, que son altamente nutritivos, señala el periodista científico Martin Enserink. Mucha gente considera a los Países Bajos como el lugar del comienzo del Gran Enriquecimiento.
En las economías avanzadas, muchas más personas pueden estar alcanzando su altura potencial gracias a la mejora de la dieta y la salud. “La explicación más razonable es que el aumento general en la estatura promedio es un reflejo de la mejora general en la salud”, según Christopher S. Baird, profesor de física en la Universidad West Texas A&M. “A medida que las civilizaciones occidentales ingresaron a la era moderna, la tecnología mejorada hizo posible que más y más personas tuvieran acceso constante a una dieta nutritiva y un ambiente saludable. Si bien el código genético de una persona puede especificar la altura potencial que puede alcanzar una vez madura, no alcanzará esa altura si su cuerpo no tiene la salud y la nutrición adecuadas”.
Puede ser que precisamente porque ser alto se asocia con una mejor salud, los hombres más altos tienen a ser vistos como más atractivos por el sexo opuesto. “Sabemos que en los niños una nutrición adecuada hace una gran diferencia en la estatura, la salud y el desarrollo intelectual. La evidencia es clara en los países pobres donde algunos niños están a punto de morir de hambre”, según John Malouff, profesor de psicología en la Universidad de Nueva Inglaterra en Australia, que estudia la atracción romántica. La preferencia ampliamente conocida de las mujeres por los hombres altos ha sido confirmada por varios estudios, y es poco probable que la propuesta de Altman de que las mujeres ignoren lo que encuentran atractivo por el bien mayor de conservar los recursos de la Tierra tenga mucho efecto.
Pero, ¿por qué pedir el acortamiento de la población en absoluto? Por supuesto, Altman tiene razón en que las personas más bajas generalmente requieren menos alimento para comer, menos ropa para vestirse, etc. Pero el ingenio humano ofrece muchas otras formas de aumentar la abundancia de recursos –nuevas ideas, probadas en el mercado, pueden resultar en el descubrimiento de mayores reservas de recursos naturales, recursos alternativos y formas creativas de reducir el uso de recursos sin sacrificar los estándares de vida. Mientras mantengan la libertad de experimentar e intercambiar, las personas son creadoras de redes en lugar de consumidores de recursos –y eso se aplica tanto a los altos como a los bajos. Así que no hay razón para sacrificar la mayor estatura promedio que la humanidad ha logrado en gran medida a través de los avances contra la pobreza.
Fuente: El Cato Institute
