En el cambiante panorama mundial, medir la competitividad de un país se ha convertido en un indicador crucial de éxito nacional y crecimiento económico sostenible. Pues refleja la situación de un país y permite visualizar si es un estado donde pueda invertir, consumir y realizar diversas actividades económicas. Dicho de otra forma, el indicador de competitividad puede fomentar la inversión, consumo y mejora del bienestar individual de cada persona, situación que en última instancia se refleja en el crecimiento y sostenibilidad de la economía del país. A nivel internacional, existe el Ranking Mundial de Competitividad, el cual es una clasificación que evalúa la capacidad de los países para ser competitivos en el ámbito global a través de diversos indicadores y factores como el entorno empresarial, la infraestructura, estabilidad política, desempeño económico, entre otros.
Una de las regiones más interesantes a evaluar en el ranking corresponde al Indo-Pacífico, conformada tanto por países exitosos como por países que enfrentan grandes desafíos.
En dicha región destaca como líder en términos de competitividad Singapur. Este país se ha mantenido dentro de los cinco primeros puestos en el Ranking Mundial de Competitividad en los últimos cinco años. La economía sólida, la eficiencia del gobierno y el fuerte enfoque innovador han establecido a Singapur como una potencia regional. Además, su ubicación geográfica estratégica en conjunto a las políticas favorables a los negocios y la fomentación de la inversión en capital humano han contribuido en el reconocimiento mundial de sus altos niveles de competitividad. Incluso, frente a los desafíos planteados por la pandemia de COVID-19, Singapur demostró resiliencia y adaptabilidad, posicionándose como un centro global de comercio y finanzas.
De forma similar, China es considerada como potencia mundial en el marco de la competitividad. La implementación de políticas que brindaron oportunidades significativas a empresas nacionales y extranjeras en el rubro de comercio internacional de manufactura, tecnología e infraestructura ha logrado posicionar a China en el puesto número seis del ranking mundial de competitividad y como la segunda economía más grande del mundo. Sin embargo, este país aún enfrenta diversos desafíos que limitan su crecimiento potencial en materia de competitividad y, consecuentemente, el de su economía; como por ejemplo la falta de protección de propiedad intelectual, barreras comerciales y falta de transparencia en su sistema empresarial.
India es otro de los países de la región que ha logrado notables avances en materia de competitividad, ocupando actualmente el puesto 40 del ranking mundial. Este país ha logrado identificar su ventaja comparativa en el comercio internacional (un vasto mercado y capital humano) y, sobre la base de esta información, decidió implementar reformas económicas e incentivar la transformación digital con la finalidad de mejorar su entorno empresarial y atraer inversiones. Aunque persisten desafíos significativos en infraestructura y obstáculos burocráticos, el compromiso de India en fomentar la innovación y la inversión privada extranjera tiene el potencial de impulsar su competitividad futura.
Por su parte, Vietnam ha surgido como estrella en ascenso en la región. Aunque no está considerado en el ranking mundial, Vietnam es reconocido como una región con crecimiento potencial. Este reconocimiento se ha originado porque, en los últimos años, Vietnam ha logrado atraer inversión extranjera directa y diversificar sus mercados de exportación debido a la implementación de políticas económicas proactivas, liberalización del comercio e inversiones en infraestructura. Además, el dinámico sector manufacturero del país en conjunto con su fuerza laboral joven y capacitada, contribuyen a su creciente competitividad.
La realidad nacional de cada uno de los países antes descritos muestra que la región de Indo Asia presenta un paisaje diverso en el ámbito de competitividad. Por tanto, es fundamental reconocer los desafíos únicos que enfrentan cada país y los esfuerzos que realizan para mejorar continuamente su situación nacional.
Al mirar hacia el futuro, los países del Indo-Pacífico tienen la oportunidad de fortalecer aún más su competitividad al abordar sus problemáticas y desafíos particulares. Desde la perspectiva de organizaciones e instituciones, como el World Competitiveness Center del IMD (International Institute for Management Development) y el Foro Económico Mundial, mejorar la gobernanza, reducir la burocracia, potenciar la infraestructura y fomentar ecosistemas de innovación puede contribuir significativamente en el nivel competitividad general y en la situación económica de la región de Indo Asia.
En conclusión, la competitividad abarca diversas dimensiones más allá de indicadores económicos. Estimar el nivel de competitividad de un país no solo muestra la situación real de este, sino también genera posibilidades de estimular y fomentar el crecimiento económico sostenible a largo plazo principalmente a través de la inversión extranjera. Por tanto, si países como los pertenecientes a la región del Indo-Pacífico buscan mejorar su situación económica e incrementar el bienestar social e individual, deben implementar políticas y regulaciones que incentiven prácticas de sostenibilidad, innovación, investigación, inversión en educación e infraestructura que impulsen la competitividad a largo plazo.
* Carlos Olaya Loayza es actualmente Pasante en la Fundación Internacional Bases
Fuente: Somos Innovación
