Los dispositivos de vapeo (también conocidos como cigarrillos electrónicos) hace tiempo son considerados una excelente herramienta para dejar de fumar. Sin embargo, un nuevo estudio científico publicado el 28 de diciembre del 2021 en el Journal of the American Medical Association (JAMA) ha encontrado efectos positivos para el vapeo como herramienta de abandono del tabaquismo que hasta ahora no habían sido descubiertos. Según la nueva evidencia, los dispositivos de vapeo incrementan hasta 8 veces las posibilidades de dejar de fumar, incluso entre quienes inicialmente no se los habían propuesto.
La mayoría de los estudios publicados en relación a la cesación tabáquica suelen dejar de lado las intenciones de los usuarios en abandonar el hábito o se focalizan en grupos de personas que están planificando dejar de fumar. La evidencia sugiere que las personas que no se proponen abandonar el cigarrillo generalmente conforman un grupo de bajos ingresos económicos y nivel educativo, lo que los torna vulnerables y de especial interés para las políticas públicas. A su vez, teorías sólidamente establecidas consideran que tan solo dar el primer paso en siquiera contemplar dejar el cigarrillo tiene un gran efecto sobre su efectivo abandono o, al menos, en la reducción de la cantidad consumida. Debido a esto, evaluar el efecto de los dispositivos de vapeo en los individuos que aún no han decidido dejar el hábito resulta crucial a la hora de comprender el potencial de esta herramienta y su impacto sobre la salud pública.
Para contemplar este aspecto, los autores Kasza, Edwards y Kimmel (entre otros) utilizaron datos representativos de la población de adultos jóvenes de Estados Unidos extraídos del estudio de cohorte longitudinal autorreportado “Population Assessment of Tobacco and Health” realizado en cuatro etapas entre octubre del 2014 y noviembre del 2019 donde los participantes fueron evaluados por medio de tres entrevistas. De allí extrajeron a 1600 adultos civiles (y no institucionalizados) que fumaban cigarrillos de manera diaria y no tenían intenciones de dejar de fumar. El objetivo consistía en comprender si el uso de los dispositivos de vapeo se encontraba asociado con el abandono del cigarrillo entre los fumadores diarios que inicialmente no planeaban dejar de fumar ni usaban dispositivos de vapeo. Los investigadores tuvieron en cuenta aspectos como el sexo biológico, la raza y etnicidad, el grupo etario, el nivel educativo alcanzado, el ingreso económico anual del hogar y la cantidad diaria de cigarrillos fumados a los fines de lograr una muestra representativa de la población.
Para establecer un criterio de análisis, se definió como discontinuación diaria del cigarrillo a no haber fumado durante los últimos 12 meses, no estar fumando en absoluto en el momento de la evaluación o solo fumar de manera intermitente. En paralelo, la discontinuación definitiva del cigarrillo fue definida como no haber fumado durante los últimos 12 meses o no estar fumando en absoluto en el momento de la evaluación. Los resultados reportaron que las chances de abandonar el uso diario de cigarrillos eran mayores entre quienes espontáneamente comenzaron a utilizar dispositivos de vapeo de manera diaria (el uso esporádico de dispositivos de vapeo no fue encontrado estadísticamente significativo). Más específicamente, el estudio encontró que aquellos que comenzaron a utilizar diariamente dispositivos de vapeo contaban con 8 veces la posibilidad de abandonar de manera definitiva el cigarrillo en comparación con quienes nunca los utilizaron.
Los autores del estudio, titulado Asociación del uso del cigarrillo electrónico con la interrupción del consumo de cigarrillos entre los fumadores adultos que inicialmente no pensaban dejar de fumar, aseguran que “estos resultados exigen que se tenga en cuenta a los fumadores que no planean dejar de fumar cuando se evalúe el potencial riesgo-beneficio de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar en la población”. Así mismo, concluyen que “dada la creciente popularidad de los cigarrillos electrónicos en los EE.UU., y teniendo en cuenta el escaso interés de los fumadores por utilizar los medicamentos tradicionales para dejar de fumar, la investigación futura sobre el alcance y la eficacia comparativa de los diferentes tipos de productos será importante para informar sobre las estrategias clínicas y normativas para aumentar las tasas de abandono de los cigarrillos a nivel de la población”.
Este estudio se suma a los muchos otros que conforman un robusto consenso científico en relación a las ventajas y beneficios de implementar estrategias de reducción de daños en la lucha contra el tabaquismo. Urge por tanto mecanismos como prohibiciones y restricciones alarmistas infundadas que dañan a la salud pública al restringir severamente a los productos de nicotina sin combustión.
Fuente: Somos Innovación
